Han pasado 170 años desde que, en octubre de 1849, los primeros 75 ciudadanos chinos llegaron a trabajar al Perú. Aunque lo hicieron en condiciones muy difíciles, supieron iniciar una integración cultural que ha convertido a los tusán en la colectividad más numerosa de Sudamérica. Siete de ellos nos hablan de orgullo e historia.
ÁLVARO MACALOPÚ CHIU
Escultor, 25 años
Este joven escultor por la Universidad Católica se convirtió hace poco en ganador del concurso “Dos Culturas, Una Visión”, organizado por la Asociación Peruano China en conmemoración por los 170 años de la inmigración china al Perú. Antes, en el 2016, ya había merecido el Premio Adolfo Winternitz, entregado por su casa de estudios. “Este premio es muy especial para mí, porque se cumple el centenario de mi abuelito chino. Él y mi abuela tenían una ferretería y allí di mis primeros pasos para convertirme en escultor”, nos cuenta. Para él, tener sangre china y peruana genera la búsqueda de identidad propia. “Para los peruanos soy chino, pero para los chinos no soy tan chino –dice con una sonrisa–. Quiero que la gente se descubra a sí misma a través de mi propia búsqueda”. Para él, los chinos y los peruanos comparten su afán de superación y no les importa cuánto trabajo les cueste. “Los que han triunfado nos inspiran un montón”, concluye.
Médico y filántropo, 48 años
“Mi abuelo fue uno de los primeros chinitos que llegaron al Perú”, nos dice Ricardo, nombrado en el 2018 “Héroe del año” por CNN, gracias a su trabajo en el albergue Inspira, que ofrece hogar temporal a niños con cáncer, parálisis cerebral, síndrome de Down y quemaduras. “Para mí es un honor ser peruano y chino a la vez. Unir esas dos vertientes es maravilloso. En mi caso hay un plus, pues además de la medicina profesional, practico la fitoterapia china o la acupuntura. En la misma praxis hay un sincretismo”. Gracias a la visibilidad que le dio el premio de CNN pudo juntar a más gente que quiere donar con la que necesita esa donación. “El país al que aspiramos antes del Bicentenario es uno en el que empecemos a sentir que somos más solidarios, en el que con aparentemente pequeñas acciones podamos ser héroes”, nos dice.
KATE LU CORDERO
Esgrimista y emprendedora, 19 años
“Mi abuelo llegó al Perú y pudo hacer varios negocios porque era muy trabajador. Por eso, los valores de la comunidad son muy significativos. El trabajo duro y la disciplina me han ayudado mucho a desarrollarme y a llevar a cabo lo que me gusta hacer”, nos dice Kate, estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad Federico Villarreal, esgrimista que participó en los Juegos Panamericanos y, sobre todo, emprendedora a favor del medio ambiente. Ella desarrolla dos start ups: AWA, que busca eliminar los plásticos del ambiente; y UMAMA, contra la pobreza alimentaria. “Todos deberíamos aprender a trabajar en comunidad. Si comenzamos a pensar en los otros como parte de nuestra comunidad, eliminaríamos la delincuencia o la contaminación”, asegura. Aunque entre los estudios y sus emprendimientos le queda poco tiempo de descanso, su otro sueño es participar en las Olimpiadas.
Empresario, presidente de la Asociación Peruano China (APCH), 72 años
“Desde que fundamos la APCH, hace 20 años, nos hemos comprometido a difundir y promover los principios y costumbres de la cultura china, integrando a todos los miembros de nuestra comunidad, para hacer más fuertes los vínculos de amistad”, nos dice el empresario, expresidente del directorio y exgerente general de E. Wong e Hipermercados Metro y 72 empresas conexas. Entre sus múltiples cargos, actualmente es presidente de directorio de Agroindustrial Paramonga S.A, además de Presidente de Directorio y Gerente General del Centro Comercial Plaza Norte y Mall del Sur. “Los migrantes chinos han acompañado al Perú en gran parte de su vida independiente y han hecho grandes aportes a las actividades económicas, culturales y sociales. Con miras al Bicentenario, los tusanes o descendientes de chinos nacidos en el Perú queremos seguir contribuyendo. Porque en este país el que no tiene de inga, tiene de mandinga… o de Chan”.
Cocinero, 72 años
Javier Wong asegura que la camaradería y el valor de la palabra son dos características básicas de la comunidad china en el Perú. “Ya lo dijo Luis Valcárcel: el pariente más cercano de un norteño es un chino”, asegura con picardía, mientras cuenta por qué sus antepasados prefirieron el norte al sur, “donde no se come tanto arroz”, para huir de la esclavización y el engaño al que eran sometidos en las haciendas. “Yo soy peruano, he nacido aquí y estoy orgulloso. Desde muchacho he sido bien patriota y mi gran ilusión era, como mi hermano Jorge, que ganó muchas medallas en artes marciales y atletismo, darle alegrías también al Perú”, confiesa este hijo de peruana y chino cantonés, uno de los rostros más representativos de la gastronomía nacional. “Mi comida es un mestizaje entero”.
SUN YONG
Miss Tusán, 18 años
El último 5 de octubre fue coronada la nueva Miss Tusán, una joven que representa el crisol de culturas de su comunidad y del país. Sus tatarabuelos nacieron en China; ella, en Chiclayo; su papá es de Piura y su mamá, de Tarapoto; por eso quiere integrar más a los tusanes de otras regiones del país. “La Miss Tusán representa la idealización de la mujer tusán y tiene como responsabilidad promover los valores y la cultura china en su comunidad, para reforzar la identificación a través de su obra social”, nos dice la joven, para quien lo mejor de tener dos culturas en su sangre es poder gozar el sentirse identificada con las dos. “Los chinos han aportado mucho en estos 170 años. Son muy metódicos, el honor es muy importante para ellos, son personas de palabra, responsables, puntuales, directos”, agrega.