A Pedro Vega lo sacude la Tierra desde que era muy chiquito. Su padre, ingeniero forestal, lo tenía de arriba para abajo junto a él cuando iba a trabajar en una oficina de envidia: los bosques de la selva central. Conforme fue creciendo, sin embargo, aquella circunstancia también lo hizo testigo de la depredación de los mismos a mano del hombre. Algo había que hacer para revertir la barbarie. Él, pensó, tenía al menos mucho que hacer.
Estudiar Ingeniería Electrónica, para empezar. De joven se mudaría de su natal Jauja a Lima para estudiar en la Universidad Nacional de Ingeniería. “Siempre fue de mi interés el tema vinculado a las energías renovables, el cuidado del medio ambiente, la reforestación. Yo sabía que de alguna manera debía vincularme a eso, concretar mi deseo de poner mi grano de arena en velar por ese objetivo”, le dice Pedro a Somos.
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Fue así que hace quince años tomó la iniciativa de sembrar 2.000 árboles al año en las afueras de Jauja, en terrenos aledaños a los cultivados. Esa es su idea hasta el fin de sus días. “Me ayuda mi papá y a veces contratamos a alguien más, pero lo hacemos con gusto cada diciembre o enero. Al inicio de la temporada de lluvia es ideal porque el río no ha crecido tanto aún. Si llegan hasta abril tienen muchas posibilidades de sobrevivir”, detalla. Las especies elegidas: eucaliptos, pinos, quenuales y alisos.
Coincidentemente al año en que Pedro empezó con esta misión personal, ingresó a trabajar a Statkraft Perú, brazo nacional del mayor generador de energía renovable de Europa. Una empresa noruega que produce energía hidroeléctrica, eólica y solar. “Allí soy jefe de operaciones, el encargado de ver las distintas plantas hidroeléctricas que tenemos en todo el país. Soy parte de su equipo porque siento que la compañía está alineada con lo que me gusta. Tienen directivas muy claras respecto del desarrollo de la energía limpia y la batalla contra los estragos del cambio climático. Ellos están llevando a cabo a hora el programa Conecta con el futuro y yo los apoyo en lo involucrado con reforestación”, afirma.
Pedro sabe bien que plantar un solo árbol significa perpetuar la vida en cualquiera de sus formas. Para él ha sido cuestión de voluntad, vocación, perseverancia y paciencia. “A veces la gente se desanima porque ver un árbol como en su esplendor puede tomar cinco o seis años. Pero así es. Toma tiempo, pero se tiene que hacer. Yo vengo años comprobando como tierras secas terminan convirtiéndose en bosques. Ves a los animales bajando y viviendo en ellos. Claro que vale el esfuerzo”.
Sin embargo, el sueño del ingeniero es ahora más grande. “Quiero ir más lejos con esta causa. Voy a empezar por otras zonas de la selva central y luego quisiera ir a otros lugares del Perú, por qué no. No es difícil, cualquier puede aprende y hacerlo desde su sitio, su distrito, su comunidad. Solo hay que decidirse”, finaliza. //
Sobre “Conecta con el futuro”
“Conecta con el futuro” es la campaña peruana que forma parte del esfuerzo global de Statkraft por dar a conocer lo que todos podemos hacer, desde casa o nuestro lugar de trabajo, para reducir el daño al planeta y, al mismo tiempo, comunicar que la energía que proviene de fuentes naturales, como la hidroeléctrica, eólica y solar, no es parte de la solución, es la solución. Más información aquí.
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