Los logros se siguen sumando para el cantante venezolano Lasso tras el éxito rotundo de su sencillo “Ojos Marrones”. A finales del mes pasado, volvió a la capital como parte del “#AlgodónWorldTour”, concierto en el que compartió escenario con la peruana Nicole Favre.
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Además, el pasado 29 de octubre Lasso estrenó “Corriendo con tijeras”, una especie de power ballad aderezada con su inconfundible estilo, donde relata el desgaste natural que viven muchas parejas: pasar de la miel inicial al desgaste, la monotonía e incluso los pleitos y problemas diarios, mismos que se soportan sólo porque aún queda algo de cariño. Canción que también es precuela del escuchado mundialmente “Ojos Marrones”.
Durante su paso por la capital, el cantante compartió una conversación con Somos.
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Mi mayor logro ha sido mantenerme viviendo de la música por tanto tiempo.
La felicidad perfecta es compartir con la gente que quiero y hacer cosas ‘chidas’.
El rasgo de mi personalidad que más me identifica es que soy partidario a contradecirme todo el tiempo. No estoy amarrado a nada.
Mi mayor extravagancia es que no uso ropa interior negra porque da mala suerte. No sé como nació, pero siempre que uso ropa interior de ese color pasa algo malo, así que por mi bien y el de la humanidad no la uso [risas].
El mejor plan de sábado por la noche es jugar War Zone con mis amigos y pedir cosas que me arrepienta de haber comido el día después. Tipo pizza y helado a la vez.
El día del apocalipsis llevaría cosas según el contexto. Depende de qué fin del mundo estamos hablando, si es algo repentino, como un meteorito, elegiría llevarme una silla de playa, un trago sabroso y unos binoculares para verlo. Si es más bien un apocalipsis zombie, elegiría un arma con la cual defenderme.
Mi pasatiempo favorito es preocuparme por cosas que no tienen solución [risas].
Tengo muchos amores de mi vida, pero creo que el primero sería la música, que también es el más tóxico, porque me hace muy feliz y me ha acompañado toda la vida, pero también de vez en cuando me hace sufrir.
El personaje con el que me identifico, aunque pueda sonar pretencioso y ojo que no me estoy comparando con su arte sino con su disciplina, sería Picasso. El pintaba todos los días, yo intento componer y hacer música a diario. Alguien más, por ejemplo, sería David Bowie, me encantaría poder asemejar lo que logró con su carrera.
Las personas que marcaron más mi vida son mi mamá y mi papá, porque son gente que lo que más quería era ver a sus hijos felices. Su apoyo siempre ha sido máximo.