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Cada smartphone se ha convertido en una potencial cámara de televisión, por ello una gran cantidad de material de los usuarios es usado en los medios de comunicación, pero la cantidad de videos flasos ha ido creciendo. Un grupo de investigadores en Austria afirma tener ahora un filtro efectivo.
“Se trata de combinar diferentes tecnologías para crear un sistema que permita determinar la credibilidad de un vídeo”, explicó Lyndon Nixon, del departamento de Tecnología de Nuevos Medios en la MODUL University Vienna y uno de los responsables del proyecto.
Esta investigación, financiada por la Unión Europea, es parte del proyecto europeo “InVID” In Video Veritas, y confía en tener listo en un año, aunque el proyecto abarca tres, un primer prototipo de un sistema para analizar y establecer si un vídeo de un aficionado es creíble o no.
“InVID proveerá más o menos un certificado de autenticidad para videos generados por usuarios. Esto significa que las emisoras, las agencias de noticias, los editores y los proveedores de web pueden confiar en la autenticidad del material disponible”, indican los responsables del proyecto.
La idea es emplear distintos métodos. Uno puede ser analizar la autoría del vídeo o de la persona que lo ha mandado. Nixon pone el ejemplo de un vídeo del que se dice está rodado en Siria pero cuyo autor vive en México.
Así, comprobar el perfil en las redes sociales del autor, las imágenes que ha subido antes o número de seguidores puede dar pistas sobre su credibilidad.
Además, este detector de vídeos falsos aplicaría un software para detectar si la imagen ha sido editada o trucada, e incluso usaría la tecnología para establecer si el paisaje o la ropa de quienes aparecen en la imagen se corresponde con el escenario al que se atribuye.
Nixon lo explica con el uso de Google Earth para comprobar si una imagen que se dice está tomada, por ejemplo, entre Siria y Turquía, se corresponde con la realidad. Este nuevo sistema realizaría esa misma comprobación de manera más rápida y automática.
“El sistema va a funcionar muy rápido”, afirma este investigador, quien confía en que, si el usuario dispone de suficiente potencia de procesado, se podrá tener un veredicto sobre el grado de verosimilitud de un video “en cuestión de minutos”.
Algo esencial en la redacciones, donde es prioritaria la rapidez en la selección y emisión de imágenes.
Fuente: EFE