En México, una pequeña empresa de nombre iFone le ganó un juicio por la posesión de una marca al gigante multinacional Apple.
Según se conoció esta semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció que la compañía estadounidense no podrá registrar en México el nombre de uno de sus productos más populares, iPhone, para su uso en telecomunicaciones.
Las decisión del tribunal pone fin a un litigio que inició hace cuatro años, le explicó a BBC Mundo Eduardo Gallástegui, abogado corporativo de iFone.
Se llegó a una verdad legal, última, definitiva e inatacable respecto del legítimo uso que iFone le ha dado a su marca, añade.
Según el abogado, Apple podría ser obligada a pagarle una indemnización a la empresa mexicana por usar sin autorización la marca de su aparato durante varios años.
La compañía promovió un juicio contra la multinacional y las empresas Telcel, Iusacell y Telefónica Movistar, las principales proveedoras de telefonía móvil en el país, que comercializan aparatos iPhone para el servicio de transmisión de voz y datos.
A una solicitud de BBC Mundo, Apple respondió que no tenía comentarios sobre el tema.
BAUTIZADO EN 2003 Más allá del litigio, muchos se preguntan cómo es la empresa que derrotó al consorcio estadounidense, que en el último trimestre de 2012 generó un flujo de dinero en efectivo de US$23.000 millones, según un comunicado de Apple.
iFone es una pequeña compañía que nació en 2002. Desde el inicio vende sistemas y servicios de comunicación, y se ha especializado en el desarrollo de software que ofrece a empresas de telemercadeo, por ejemplo.
En 2003 bautizaron a uno de sus productos con el nombre de iFone, una síntesis de las palabras Internet y teléfono, explica el abogado Gallástegui. El nombre fue registrado ese año ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), el organismo gubernamental que regula el uso de marcas e inventos.
La marca iFone fue registrada en la categoría 38 del IMPI, que corresponde al servicio de telecomunicaciones como la transmisión de ondas de radio, voz y datos.
En 2008 Apple pretendió dar de alta el nombre iPhone dentro de esta misma categoría, pero el Instituto lo rechazó porque es fonéticamente muy parecido al del producto ya registrado.
En respuesta, el consorcio estadounidense solicitó la caducidad de esa marca, con el argumento de que la compañía mexicana no la había utilizado. Con eso empezó el juicio.
La empresa estaba tranquila, trabajando, dedicada a lo que tenía que hacer y de repente se ve en la necesidad de defender su marca que se la querían quitar, recordó el abogado Eduardo Gallástegui.
TELÉFONO SIN SERVICIO El IMPI rechazó la demanda de Apple, que recurrió entonces a varios tribunales que avalaron la decisión inicial.
La compañía estadounidense presentó el caso ante la Suprema Corte para solicitar una revisión de las decisiones legales anteriores, pero los ministros determinaron que el tema no era de su competencia. Así le dieron la razón a la empresa mexicana.
¿Qué sigue ahora? En principio, explica el abogado Gallástegui, legalmente nadie podrá usar en México el nombre de iPhone para ofrecer servicios de telecomunicaciones.
La decisión de la Corte permite, además, demandar un pago económico por los años que la marca fue utilizada de forma irregular.
Esto no significa que los aparatos iPhone dejen de venderse en México. Pero no podrán usarse como teléfonos o prestar el servicio de internet.
Sin embargo, no está claro lo que sucederá con los iPhone que desde 2009 han vendido las compañías de telefonía móvil, y los que comercializan diariamente.
Hasta ahora el servicio que ofrecen a través de estos aparatos no se ha suspendido. El futuro de estos productos de Apple podría conocerse al concluir los juicios pendientes o tras firmarse un acuerdo entre las empresas litigantes.