¿Cuántos celulares viejos guardas en tu casa sin saber qué hacer con ellos? ¿Cómo te desharías del microondas o del refrigerador si dejan de funcionar? Estos son algunos de los dilemas cotidianos detrás de las cifras de un nuevo estudio sobre basura electrónica, realizado por la Universidad de Naciones Unidas.
En 2014 el mundo generó 41.8 millones de toneladas en deshechos de dispositivos, según indica el informe.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Y con esa cantidad se podrían llenar más de un millón de camiones de 18 ruedas, que puestos en línea recta podrían ocupar dos veces la distancia entre Nueva York y Tokio.
La mayoría de la basura electrónica, un 60%, son grandes y pequeños electrodomésticos del hogar, desde refrigeradores y lavadoras hasta tostadoras, aspiradoras y máquinas de afeitar.
Un 7% está formado por celulares, computadoras, impresoras y otros equipos de la tecnología de la información.
Una mina rentable y contaminante
Además, sólo un 17% de la basura electrónica se recicla en el mundo. Eso significa que se pierden cientos de toneladas en oro, plata, aluminio y otros recursos, cuyo valor total se estima en unos US$52.000 millones.
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Por otro lado se generan también cientos de toneladas de productos tóxicos, como el plomo o el mercurio, en productos electrónicos que acaban siendo incinerados en vertederos.
Según le dijo a BBC Mundo Ruediger Kuehr, coautor de la investigación, una de las causas de la creciente producción de basura electrónica es que ahora los aparatos electrónicos duran menos.
Muchos ansiamos tener el último aparato tecnológico a un precio asequible, y “para abaratar costos muchos son diseñados de manera que no se pueden reparar”.
¿Qué países contaminan más?
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Estados Unidos y China son los países que generan un mayor volumen de basura electrónica: 7.000 y 6.000 millones de toneladas respectivamente. Juntos producen el 32% del total mundial.
Pero son ocho naciones europeas las que encabezan la lista mundial en promedio por ciudadano: Noruega, Suiza, Islandia, Dinamarca, Reino Unido, Holanda, Suecia y Francia.
Por ejemplo, un Noruego produce de media 28kg de basura electrónica al año y un francés 22kg.
Mientras que hay seis países latinoamericanos, entre los 40 del mundo, que se deshacen de más aparatos electrónicos.
Brasil ocupa la octava posición, con 1,4 millones de toneladas de basura. México le sigue en número 11, con un millón. Asimismo, Argentina, Colombia, Venezuela y Chile también están entre los 40 que más basura generan.
Y según los datos por habitante, los latinoamericanos que más kilogramos de basura electrónica producen son:
1) Chile, 9.9 kg
2) Uruguay, 9,5kg
3) México y Panamá, 8,2kg.
4) Venezuela, 7.6kg
5) Costa Rica, 7.5kg.
6) Argentina y Brasil, 7kg.
7) Colombia 5,3 kg.
8) Ecuador 4,6 kg.
En España se genera como media por habitante 17.8 kg, en línea con otros países de Europa occidental.
¿Qué puedes hacer tú como consumidor?
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Los resultados del informe de la ONU tienen que ver con nuestra manera moderna de consumir pero sobre todo con la acción de los gobiernos para recolectar, procesar y reciclar la basura electrónica que generamos.
Para ello la legislación es clave y “aún queda mucho por hacer”, le dijo a BBC Mundo Ruediger Kuehr.
Pero el investigador puntualizó algo que los consumidores pueden empezar a hacer más si quieren reducir el impacto ambiental de los productos electrónicos que consumen.
“Además de fijarnos en el precio, cuando compramos deberíamos hacer más preguntas del tipo ¿se puede reparar este aparato?, ¿cuando acabe su vida útil la compañía lo puede recoger?, ¿qué pasa si se estropea, quién se hace cargo?”.
Según el investigador, si los consumidores hacen ese tipo de preguntas se incrementará la presión sobre las compañías y, con el tiempo, quizás no sólo el precio, sino también la responsabilidad en la gestión de la basura electrónica formará parte de su competitividad de mercado.