Bloomberg reportó el pasado 12 de enero que Sony incrementaría la producción de PlayStation 4 ante la escasez de PlayStation 5 en diversas partes del mundo. Si bien un representante de la firma indicó que esto ya formaba parte de las proyecciones que tenía para este año, los hechos son claros: PS4 está al final de su vida, pero muchos usuarios no pueden dar el salto a la siguiente generación por lo difícil que resulta hallar una PS5.
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Algo similar ocurre con otros equipos electrónicos como tarjetas gráficas para computadoras, electrodomésticos de alta gama, automóviles y hasta componentes para celulares. Esta situación es conocida como la crisis de escasez de semiconductores y ya lleva unos años perjudicando a la fabricación de dispositivos en las distintas áreas de la industria de la tecnología.
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¿Qué son los semiconductores?
También llamados microchips, se trata de pequeñas láminas fabricadas principalmente con silicio, germanio o arseniuro de galio que poseen un circuito impreso en su cuerpo, además de contar con un encapsulado de plástico o cerámica de donde se desprenden conectores que les permiten enlazarse a otras unidades. Estos elementos pueden actuar como conductores o como aislantes de electricidad y forman parte indispensable de prácticamente todos los equipos capaces de realizar procesos matemáticos.
Tal como detalla Phillip Chu Joy, especialista en tecnología que conduce el programa de televisión TEC, los semiconductores pueden hallarse en una infinidad de dispositivos como smartphones, procesadores, tarjetas gráficas, automóviles, televisores, refrigeradoras, consolas de videojuegos de actual generación como PlayStation 5 y Xbox Series X|S, laptops y muchos más.
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Básicamente, los semiconductores son parte fundamental de todos los dispositivos electrónicos capaces de procesar información que usamos en nuestras vidas cotidianas dada la masificación de celulares inteligentes y ordenadores en el mundo. Es precisamente por esta razón que actualmente atravesamos por un desabastecimiento crítico de estos componentes en el mundo.
¿Cómo llegamos a esta situación?
Tanto Chu Joy como Hugo Morales, editor de The Update y columnista en La Segunda de Chile, y Aldo Carrera, youtuber tecnológico dueño del canal DrogaDigital, explicaron en una conversación concedida a El Comercio que el principal motivo por el que los semiconductores escasean en el mundo se debe a la descomunal demanda que existe por ellos desde hace algunos años. Si bien la pandemia fue el detonante de esta crisis, lo cierto es que otros factores también contribuyeron al momento por el atraviesa esta industria.
“La pandemia y el cierre de fábricas pusieron a la producción de semiconductores en números bajos. A esto se le suma el encierro y con el crecimiento en la demanda de artículos como PCs, de repente, una computadora por familia ya no era suficiente, el teletrabajo y la educación a distancia dejaron en claro que se necesitaba un dispositivo por integrante de familia, así que la demanda explotó”, indicó Carrera.
Lo mencionado anteriormente va directamente relacionado a las impresionantes cifras obtenidas por las ventas de computadoras y componentes de estas en el mundo: en 2020, Canalys reportó que las ventas de PCs crecieron en un 11% hasta llegar a las 297 millones de unidades vendidas mientras que en 2021, la firma evidenció un aumento del 14,6% alcanzando los 341 millones de unidades entre ordenadores y laptops.
Morales también indica que, debido a las nuevas normativas dictadas por las autoridades sanitarias y los Gobiernos, los niveles de producción de las principales fábricas de semiconductores en el mundo no podrán regresar a como eran antes de la pandemia del COVID-19, perjudicando a la cadena de suministros e impidiendo que la escasez pueda enmendarse pronto.
TSMC, Samsung, Intel y GlobalFoundries son los mayores fabricantes de semiconductores del planeta gracias a su capacidad de producir nodos tecnológicos avanzados, pero, mientras Samsung e Intel también se encargan del diseño de los microchips, TSMC -cuya principal sede de operaciones se encuentra en Taiwán- se encarga netamente de crearlos con equipamiento de última generación.
El hecho de que la mayoría de fábricas de semiconductores se encuentren en Asia también fue un factor determinante para llegar a esta situación ya que, dado que la pandemia se originó en esta parte del mundo y el conflicto político-económico entre Taiwán y China continental se agrava con el pasar de los años, la concentración de problemas en este territorio terminó por demostrar lo frágil que puede llegar a ser la industria.
Si de por sí, el hecho de que la producción de circuitos integrados esté concentrada en unas pocas compañías en todo el mundo ya es grave, que el 80% de la fabricación mundial de semiconductores se concentre en Asia con el inestable clima político-económico que se vive por un posible conflicto bélico entre China y Taiwán terminó por colapsar la cadena de suministros de los microchips. Por supuesto, la rivalidad comercial entre Estados Unidos y China también contribuye a la desestabilización.
Finalmente, la minería de criptomonedas y el aumento de actividades relacionadas a la tecnología Blockchain fueron “la cereza sobre el pastel” en este embrollo ya que, debido a la acaparación de tarjetas gráficas por parte de los mineros, compañías como Nvidia y AMD tuvieron que aumentar su producción para cumplir con la demanda de un mercado cada vez más necesitado de GPUs para trabajar desde el hogar.
¿Cuáles fueron los efectos de la escasez de semiconductores?
Chu Joy, Morales y Carrera resumen las consecuencias de esta crisis en dos: escasez de productos que contienen semiconductores en sus circuitos como smartphones, tarjetas gráficas, consolas de videojuegos y electrodomésticos de alta gama así como también el aumento del precio de estos dispositivos justamente por lo difícil que resulta conseguirlos en las tiendas.
La industria automotriz y la industria de electrónica de consumo han sido especialmente golpeadas por esta situación. Por ejemplo, BMW y Volkswagen tuvieron que reducir su nivel de producción de autos ya que no contaban con los suficientes semiconductores para poder ensamblarlos. La industria automotriz Esto también ha provocado una rivalidad entre estos dos sectores de la tecnología ya que sus principales firmas están en una pugna constante por adquirir todos los semiconductores que puedan para sus equipos.
Claramente, esto ha obligado a las compañías a replantear estrategias para poder lidiar con el desabastecimiento de microchips en el mundo. Se está optimizando la fabricación de semiconductores de todas las formas posibles y, por supuesto, el interés por establecer nuevas sedes en diversas partes del mundo ha incrementado. TSMC reveló que construirá una nueva fábrica en Arizona, Estados Unidos y que estará totalmente apta para producir chips en 2024.
Por su parte, Intel también ha comenzado a planificar su expansión a más territorios. Pat Gelsinger, CEO de la firma, anunció que se están destinando 20.000 millones de dólares para la construcción de dos nuevas fábricas en su campus de Ocotillo, ubicado en Arizona, Estados Unidos.
Dado que la demanda por los dispositivos tecnológicos continuará incrementándose, los gobiernos de Estados Unidos y China así como también la Unión Europea han expresado abiertamente sus intenciones de invertir millonarias sumas en fábricas de semiconductores en sus territorios, con la intención de descentralizar la producción de estos elementos tan necesarios en la actualidad fuera de Asia.
“Las fábricas de semiconductores alrededor del mundo son parte de la solución al problema de la deficiencia en la cadena de suministro, al descentralizar la fabricación ya no existe ese eslabón débil y se abren nuevas oportunidades de negocios. Ya que incluso países como México y otros de Latinoamérica tienen formas de extraer silicio y comercializarlo con socios más cercanos, se puede llegar a crear un ecosistema económico variado que puede traer crecimiento y ayudar a mitigar el problema de la escasez a corto-mediano plazo”, dijo Carrera sobre el tema.
No obstante, esta solución en especial resulta un tanto lejana ya que, el poner en total funcionamiento una planta para fabricar semiconductores puede llegar a tardar varios años. “No puedes armar una fábrica y ponerla a funcionar de la noche a la mañana. El incremento de fabricación de chips tampoco significa que habrá stock en todo el mundo de inmediato. Se necesita que cada eslabón de la cadena de suministro se encuentre bien para reconocer dónde se forman los ‘cuellos de botella’ para abastecer la demanda necesaria. Se trata de un proceso largo y no es una solución inmediata”, mencionó Chu Joy.
Por su parte, Hugo Morales señaló que si bien las firmas tecnológicas se las arreglaron para poder continuar fabricando sus productos y cumplir con sus lanzamientos, ya comienza a notarse un estancamiento en la industria tecnológica por la falta de semiconductores, con dispositivos cada vez menos innovadores.
“Este es el segundo año fuerte de la escasez de chips y ya se nota en las líneas de producción. Los nuevos chips de ciertos fabricantes no tienen el mismo salto al que estábamos acostumbrados a tener entre una generación y otra en lo que respecta a mejoras y esto se ha reflejado en sus productos que, si bien cumplen con colocar algo nuevo en circulación, no tienen el mismo impacto que en años anteriores”, señaló.
¿Cuándo terminará la escasez de semiconductores en el mundo?
Como toda grave crisis, lo que los consumidores como las empresas esperan es que esta falta de microchips termine o se regularice en algún momento. Sin embargo, dado que la gigantesca demanda de estos componentes está ligada a la pandemia del COVID-19 y, ya que la variante Ómicron ha vuelto a activar las alarmas de muchos países respecto a este virus, aún estamos lejos de que la situación se normalice.
“El final de la escasez se tiene esperado más o menos para cuando las fábricas nuevas ya tengan alrededor de un año de operativas. Teniendo en cuenta que varias de ellas estarán abriendo en 2023 y 2024, podemos pronosticar que la escasez continúe en desaceleración como hasta ahora comenzado con un mayor stock de mercancías al final de 2023 y para 2025 tener nuevamente un mercado saludable de semiconductores”, concluyó Aldo Carrera.
Por otra parte, Phillip Chu Joy mencionó que los principales indicadores que revelarán el desenlace de la crisis serán la regularización de precios, con productos como la PlayStation 5 y las tarjetas gráficas volviendo al precio que tenían originalmente, y la disponibilidad de dispositivos. “Cuando podamos ir a una tienda en Estados Unidos como Best Buy y tengamos la oportunidad de comprar una PS5 física, entonces sabremos que la escasez comienza a remediarse”, dijo el especialista.
Además de respaldar lo mencionado anteriormente, Hugo Morales también destacó que la adopción de nuevas arquitecturas para los semiconductores con chips de menos nanómetros será un indicador del cierre de esta tormentosa etapa. “Esta tecnología de próxima generación nos hará notar que ya se están dando un salto importante en investigación y desarrollo, permitiendo a las empresas normalizar su producción y no tener que darle vueltas a un chip antiguo para sacarle más rendimiento”, señaló.
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