Los famosos animales saltarines guardan más de un secreto. Esta vez, es su cola la que ha sorprendido a los científicos: los más grandes marsupiales vivos la utilizan para caminar como una quinta pata. Y eso los convierte en los únicos “pentápodos” del mundo.
“Los animales han descubierto muchos usos para sus colas, pero hasta donde sabemos, este es el primero que la usa como una pata”, explicó Max Donelan, del Laboratorio de Locomoción de la Universidad Simon Fraser, en Canadá.
Donelan y su equipo descubrieron que los canguros –que son grandes saltadores– también se mueven con un paso peculiar, apoyando la cola en el suelo en combinación con sus patas traseras y delanteras.
UNA COLA PODEROSA
Los investigadores entrenaron a cinco canguros rojos en Australia para que caminaran sobre un suelo especialmente equipado para medir la fuerza que ejercían hacia abajo.
Al combinar estas mediciones con las imágenes de video, pudieron calcular el trabajo que hacía cada extremidad durante cada ciclo de caminata.
“Medimos la fuerza que la cola ejerce sobre el suelo y calculamos la potencia mecánica que genera, y observamos que la cola es responsable de más fuerza de propulsión que las patas traseras y delanteras combinadas”, explicó Donelan, cuyo estudio publica la revista especializada “Biology Letters”, de la Real Sociedad británica.
“También genera casi exclusivamente energía mecánica positiva, haciendo tanto trabajo mecánico como una pierna humana cuando camina a la misma velocidad”, añadió el científico.
“Su cola muscular se usa para propulsar e impulsar su movimiento, igual que una pata”.
Lo notable, señaló Donelan, es que esta extremidad es anatómicamente muy diferente: está compuesta por más de 20 vértebras que juegan el mismo rol de los huesos de nuestros pies, pantorrillas y muslos.
IMPULSO PERFECTO
Además de ayudar a comprender mejor los movimientos del canguro, dicen los científicos, este trabajo muestra lo importante que es el impulso y la redirección de la velocidad del cuerpo humano durante la transición de la posición de una pierna a la otra.
“Uno de los hallazgos fundamentales de nuestra investigación sobre el caminar humano es que es muy importante el momento exacto para empujar la pierna de atrás contra el suelo para hacer menos esfuerzo”, dice el investigador.
“Sabemos que los humanos sanos hacen esto casi a la prefección. Sabemos que las personas con trastornos de movimiento no lo hacen tan bien, lo que hace que precisen más esfuerzo para caminar”.
“Y ahora sabemos que es tan importante, que los canguros emplean una extremidad que originalmente evolucionó para colgarse de los árboles, para cumplir este rol de una quinta pata funcional”, dijo el investigador.
Los andares inusuales de algunos animales, como el “pentapedalismo” de los canguros, son por lo tanto una fuente de inspiración para solucionar problemas biomecánicos.
Donelan también ha estudiado el movimiento de gatos, musarañas, cocodrilos, jirafas y elefantes.
Lo curioso de los canguros, dicen los expertos, es que mientras su salto es veloz, poderoso y eficiente, su caminar es más bien torpe.
Sin embargo, según ellos esto es absolutamente fascinante desde el punto de vista biomecánico, porque “tras esos pasos está este uso completamente nuevo para una cola”.