Un joven de 23 años recibió en Costa Rica la primera sustitución de esófago por intestino delgado en Latinoamérica, dijo este jueves la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), entidad a cargo del sistema de salud público del país.
“En América Latina, de acuerdo con la investigación que hicimos, esta es la primera vez (que se da este proceso quirúrgico). En el Instituto Favaloro en Argentina hubo un trasplante de intestino delgado, pero no es la misma cirugía”, expuso el cirujano de tórax Renato Brenes, miembro del equipo médico.
Un grupo de 20 especialistas, conformado por un microcirujano, intensivistas, anestesiólogos, entre otros, realizó en agosto el proceso quirúrgico que duró 12 horas.
La información se hizo pública este 30 de septiembre tras confirmar la reacción y evolución positivas del paciente, de quien no se reveló el nombre.
El médico Ricardo Alfaro, también cirujano de tórax, señaló que tradicionalmente la sustitución esofágica se realiza con el estómago o el colon del paciente, pero en este caso el estómago estaba lesionado e intervenir el colon resultaba inconveniente dadas las características del caso.
El paciente presentaba una afección adquirida (no de nacimiento) en su esófago y estómago, considerada como “irreversible” y “progresiva” y que le impedía comer. “Su calidad de vida no era buena y su futuro era alimentarse por una sonda”, explicó Alfaro.
Por ello, se optó por utilizar el yeyuno (víscera del intestino delgado).
“Lo riesgoso del procedimiento consistía en quitar el esófago y el estómago dañados y en su lugar colocar otro órgano, en este caso un segmento del intestino delgado”, contó Alfaro.
La intervención consistía en unir los vasos sanguíneos de un órgano con los de otro distinto, “algo parecido a un trasplante y eso era todo un reto”, añadió. “Además de eso hubo que cortar varios fragmentos de la pared torácica y darle continuidad al intestino a nivel abdominal”.
Según Brenes, el paciente ya puede ingerir alimentos con normalidad. En un comunicado de prensa, el paciente se mostró satisfecho por su pronta recuperación.
“Poco después de la cirugía comencé a ingerir alimentos y podía tolerarlos bien, pero en muy pocas cantidades (...). Con el paso del tiempo, cada vez iba comiendo un poco más hasta que llegó el momento que podía comer el doble de lo que me servían”, destacó el joven.
También opinó sobre su movilidad. “No puedo hacer un maratón, pero puedo caminar. Todo fue mejorando en muy pocos días, ya puedo caminar a gusto, sin tener que dar pasos lentos”, reconoció el joven.