San Francisco (AP). En los próximos años, los californianos podrían tener segundos valiosos de advertencia antes de que sismos como el del domingo en el valle del vino los alcance, permitiendo que los trenes disminuyan la velocidad o se detengan, que plantas de generación eléctrica y fábricas cierren sus válvulas, y que los niños se protejan bajo escritorios para evitar ser golpeados por objetos que caigan.
Los sistemas de alerta temprana de sismos ya funcionan en México y Japón. Pero California se ha quedado rezagada y aún trata de identificar fuentes de financiamiento para los aproximadamente 80 millones de dólares que se necesitan para implementar un sistema de ese tipo en el estado.
El terremoto de magnitud 6,0 del domingo cerca de Napa ha ocasionado nuevos llamados a la rápida implementación antes de que ocurra otro terremoto, quizás más destructivo. Investigadores están probando un sistema que podría proporcionar varios segundos de advertencia pero no está disponible al público.
“(México y Japón) actuaron después de terremotos muy fuertes que ocasionaron miles de muertes”, dijo el senador Alex Padilla, de Los Angeles. “Espero que no esperemos una tragedia de esa escala para finalmente actuar aquí en California”.
Richard Allen, director del Laboratorio Sismológico de la Universidad de California en Berkeley dijo que su laboratorio recibió un aviso con 10 segundos mediante el cálculo de un movimiento telúrico de magnitud 5,7 y advirtió sobre una sacudida ligera antes que llegaran ahí las ondas del terremoto del domingo. Allen está entre los investigadores que prueban el sistema de advertencia de sismos vislumbrado como la base del sistema estatal.
Berkeley está a aproximadamente 64 kilómetros (40 millas) del epicentro del terremoto y no sufrió ningún daño durante el sismo, pero en un temblor más violento, 10 segundos hubieran sido un gran diferencia, señaló.
“Unos cuantos segundos significan que uno puede moverse a una lugar seguro, que uno puede colocarse bajo esa mesa robusta. Vemos una gran cantidad de lesiones como resultado de este tipo de incidentes”, agregó.
Los sistemas no pueden pronosticar sismos y no son efectivos en el epicentro, donde las sacudidas ocurren casi simultáneamente. La advertencia que recibe la gente, de unos cuantos segundos a decenas de segundos, depende de la distancia del epicentro.