Recientemente, el Instituto Nacional de Salud (INS) reportó el primer caso de reinfección por SARS-CoV-2 en el Perú en un niño de 6 años, con historia previa de leucemia linfoblástica aguda, que el 11 de abril había presentado síntomas compatibles con el COVID-19 y que tuvo una prueba molecular de hisopado nasal positiva en esa fecha. En los días siguientes, el niño mejoró de sus síntomas, pero luego de 97 días volvió a presentar dificultad respiratoria y malestar general. Por ello, el 16 de julio sus médicos le hicieron una nueva prueba molecular de hisopado nasal, la que también resultó positiva.
El reporte enfatiza que para confirmar la reinfección, se analizaron y compararon, con el método de prueba PCR-RT molecular, los genomas de ambos virus, el causante de la primera infección en abril, y el de la segunda infección en julio.
El resultado fue que la secuencia genética de los dos virus fue diferente, lo cual indicaba que la segunda infección fue consecuencia de un tipo de virus genéticamente diferente al inicial. Hoy veremos qué son las reinfecciones y cuál es su impacto en la pandemia.
Se define como reinfección al caso de la persona que presenta síntomas compatibles con COVID-19 con más de 90 días de intervalo entre episodio y episodio, y tiene pruebas moleculares positivas de los virus causantes, lo cual demuestra que las secuencias genéticas de esos virus son diferentes.
—Mutación constante—
El genoma del virus está compuesto por una cadena de ARN formada por 29.903 letras, cada una de las cuales representa a la molécula de un nucleótido o eslabón individual de la cadena de ARN.
Al replicarse miles de millones de veces en el organismo de las personas infectadas, los virus están constantemente mutando, cambiando algunas simples letras en su cadena. Estas mutaciones obviamente los hacen diferentes entre sí, pero no son tan radicales que originen una nueva clase de virus. En otras palabras: esas miles de pequeñas mutaciones que sufre el SARS-CoV-2 son una especie de “huella digital” del virus, pero que no cambia su esencia de ser un SARS-CoV-2. Es como los seres humanos, que tenemos huellas digitales diferentes, pero seguimos siendo seres humanos.
Una reinfección consiste, entonces, en sufrir dos infecciones separadas por lo menos por un período de tres meses, y en el que se demuestre que la secuencia genética del primer virus sea diferente del segundo. Es decir, que los virus causantes de las dos infecciones tengan “huellas digitales” diferentes.
“Se define como reinfección al caso de la persona con sín-tomas de COVID-19 con más de 90 días entre episodios”.
—La frecuencia—
No se sabe exactamente cuál es la prevalencia de las reinfecciones en el mundo. Debido a que la definición implica que los genomas de los dos virus sean comparados, el diagnóstico es difícil, pues no todos los centros médicos tienen biorrepositorios para guardar las muestras de virus aisladas en los pacientes.
La página web del servicio de noticias BNO mantiene un registro no oficial de los casos de reinfección, y solo tiene 28 casos que cumplen la definición de que los genomas de los dos episodios de infección son diferentes.
Sin embargo, el registro tiene cientos de casos probables de infección en muchos países del mundo. Al respecto, recientemente se informó de caso probable en Huánuco, en el que una mujer de 42 años, trabajadora de la salud con historia de presión alta controlada, fue diagnosticada con COVID-19 el 25 de junio. La mujer tenía dolor de garganta, dolor de cabeza, malestar, catarro nasal, y pérdida del gusto y del olfato. Su prueba molecular de hisopado nasal del 28 de junio fue positiva y la paciente mejoró progresivamente hasta ser asintomática.
El 9 de octubre, regresó a la emergencia con tos severa y nueva pérdida del olfato, y una tomografía computarizada mostró neumonía por SARS-CoV-2. Una segunda prueba molecular de hisopado nasal resultó positiva el 12 de octubre y la paciente fue mejorando lentamente.
A diferencia del caso del niño reportado por el INS, en el caso de Huánuco no puedo hacerse la comparación genética de los dos virus, por lo que es uno de los cientos de casos sospechosos de reinfección que existen en el mundo.
“El hecho es que solo las personas que presentan síntomas son las que piden ayuda”.
—Significado—
Al no conocerse la prevalencia de las reinfecciones, no es posible conocer cuál es el impacto de estas sobre la intensidad de la pandemia. ¿Será que son poco frecuentes porque su ocurrencia biológica es muy rara? ¿ O será que ocurren muy frecuentemente, pero que por no causar síntomas, las personas afectadas no buscan una consulta médica y, por tanto, no son diagnosticadas?
El hecho es que solo las personas que presentan síntomas son las que buscan ayuda y, de los cientos de casos registrados, muy pocos cuentan con las dos muestras del virus para ser comparadas y demostrar sin duda la reinfección.
Si fuera que los casos son frecuentes y causan infecciones asintomáticas o con pocos síntomas, no se sabe si puedan contagiar, en cuyo caso –al igual que los resfríos comunes– podrían contribuir a que la enfermedad circule constantemente en una comunidad.
—Corolario—
Las reinfecciones son una realidad, ocurren; pero su prevalencia es muy difícil de determinar. Lo que sí es seguro es que su ocurrencia indica que la inmunidad otorgada por la primera infección ha sido de muy corta duración.
El consejo práctico es que hasta que no se dilucide la verdadera frecuencia de las reinfecciones y otros detalles relacionados al contagio, una persona que ya ha tenido la infección no debe cantar victoria pensando que ya no le dará nuevamente la enfermedad, y deberá seguir usando mascarillas, practicando la distancia física y lavándose las manos con frecuencia.
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