Costa Rica, La Nación/GDA
Trabajar más de 55 horas por semana aumenta en un 30% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con quienes laboran entre 35 y 45 horas semanales.
Esta enfermedad se origina en la incapacidad del cuerpo de procesar el exceso de insulina, por lo que la glucosa permanece en la sangre. Si la situación no es controlada, con el tiempo puede dañar órganos como los riñones y el corazón, así como las retinas.
Normalmente se asocia la inactividad física y el consumir exceso de grasas y azúcares con este mal, pero ahora el trabajo se une a las variables de riesgo.
Estas son las conclusiones de un análisis de cuatro estudios publicados y de datos de 19 investigaciones sin divulgar. En total, estos reportes tomaron en cuenta a 222 mil 120 personas laboralmente activas y las estudiaron durante un promedio de 7,6 años.
El análisis, realizado por la Escuela de Epidemiología de la Universidad de Londres, Inglaterra, tomó en cuenta estudios en Estados Unidos, Japón, Europa y Australia.
Los resultados obtenidos fueron publicados en la revista The Lancet Diabetes and Endocrinology .
CONSECUENCIAS DE TRABAJAR
Para los investigadores no hay una causa específica de esta situación, sin embargo, consideran que una de las posibilidades es que las personas que trabajan en exceso no tienen el tiempo suficiente para comer tranquilamente en sus horas, por lo que recurren más a alimentos rápidos y grasosos.
A esto se le debe sumar que el nivel de tensión de las personas es sostenido. “Esto no sucede en todas las personas y aún debemos realizar más estudios para conocer las causas de esta condición, pero es algo que deben tomar en cuenta tanto médicos como quienes tienen personal a cargo', señaló, en un comunicado de prensa, Mika Kivimäki, coordinador del estudio.
Un resultado que llama la atención es que el riesgo de diabetes es mayor en las personas de un estrato socioeconómico bajo que en quienes tienen mejores condiciones de vida.
Los investigadores creen que es porque quienes tienen un nivel más alto cuentan con más recursos para hacerles frente a los eventuales problemas económicos.
En un comentario en la revista, Cassandra Okechukwu, investigadora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard EU, manifestó que, a la hora de prevenir la diabetes, no solo debería verse un programa de alimentación y de ejercicios, pues también hay que observar las condiciones laborales de la persona.