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Un tumor que crecía en su cabeza había puesto en serio peligro su vida. Pero gracias a la habilidad de un especialista pudo alargar su existencia, por lo menos, unos 20 años más.
Se trata de George, un pequeño goldfish, que tenía serios problemas de salud: no podía comer ni nadar correctamente. “Realmente estaba empezando a sufrir”, señaló a la agencia Reuters Tristán Rich, el veterinario que decidió operar al pez de 10 años de edad para mejorar su calidad de vida.
El pequeño pez le pertenece a una mujer australiana que no quiso ser identificada, pero tiene un vínculo cariñoso muy fuerte con el animal.
Compleja intervención
Se trató de una intervención de muy alto riesgo. De acuerdo con el veterinario, George tuvo que ser sedado en un cubo de agua mezclada con un anestésico.
Luego, se usó una esponja de gelatina para controlar el sangrado durante el procedimiento que tuvo una duración de 45 minutos.
“Se trata de un procedimiento muy incómodo y en el que hay que tener mucho cuidado con la pérdida de sangre”, señaló el veterinario Rich, del hospital para animales Lort Smith de Melbourne a los medios de comunicación locales.
El especialista utilizó adhesivo tisular para sellar el lugar de la incisión. En la unidad de recuperación -una cubeta con agua- el pez recibió antibióticos y analgésicos. Poco después, el pez empezó nuevamente a nadar.
Un vocero del hospital señaló a la cadena de televisión NBC que el costo de la cirugía ascendió a los US$300 y que, pese a lo inusual que pareciera, no es la primera en su tipo que practican.