Una de las leyendas que se han escrito acerca de Albert Einstein es que cada vez que llegaba a un punto en que su razonamiento matemático se estancaba y no podía atar ni desatar en el desarrollo de alguna de sus fórmulas, dejaba todo, agarraba su violín y se ponía a tocarlo por varias horas.
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Cuenta la leyenda, que Einstein decía que la música le permitía siempre encontrar la respuesta al problema matemático que lo agobiaba. Sin pretender igualarnos al genio, estamos seguros que, además de las emociones que la música nos despierta, muchos usamos la música para relajarnos, encontrarnos con nosotros mismos y ayudarnos a tomar decisiones importantes.
¿Qué tiene la música que logra llegar tan profundamente a nuestro cerebro? ¿Puede la música considerarse un tipo de lenguaje universal? ¿Qué zonas cerebrales se activan o desactivan al escuchar música? ¿Puede la música usarse como una medicina?
Esas son algunas de las preguntas que una interesante iniciativa llamada Sound Health: Music and the Mind (Sonido Saludable: Música y la Mente) tratará de responder en una rara colaboración entre los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. y el John F. Kennedy Centro de las Artes en Washington DC.
Si quieres saber más sobre este interesante tema, sigue leyendo el más reciente post del blog Cuida tu salud del doctor Elmer Huerta.