La nave BepiColombo, desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la japonesa (JAXA) para su misión conjunta a Mercurio, encendió el domingo dos de sus cuatro propulsores eléctricos un mes después de su lanzamiento, y se convirtió en la primera en servirse de este sistema de propulsión.“BepiColombo dejó la tierra el 20 de octubre de 2018 y después de varios días críticos en el espacio y semanas iniciales de puesta en marcha en órbita, su Módulo de Transferencia de Mercurio (MTM) está ahora acelerando gracias a sus propulsores de iones de alta tecnología”, explicó hoy la ESA en un comunicado.Se trata del sistema de propulsión eléctrico más potente utilizado en un vuelo y es la primera vez que estos dispositivos se prueban en el espacio. Una tecnología “muy novedosa y delicada”, en palabras de la jefa de operaciones de la nave, Elsa Montagnon.
Estas máquinas serán las que iluminen los dos orbitadores científicos, uno europeo y otro japonés, durante los siete años que durará la misión de exploración del planeta más cercano al Sol de nuestro sistema.Las pruebas antes de su encendido se llevaron a cabo en un punto en el que BepiColombo era visible para las antenas terrestres, por lo que las comunicaciones entre la nave y los controladores se mantuvieron activas de forma constante a través de la antena Malargüe, en Argentina.Esta era la única oportunidad de verificar este funcionamiento fundamental de la astronave pues a partir de mediados de diciembre, cuando inicie la primera rutina de propulsión eléctrica, la posición de sus antenas no apuntará a la Tierra, y eso hará menos visible el control por parte de los operadores.Los propulsores de la BepiColombo entraron en acción con una fuerza de 75 milinewtons (mN) y tres horas más tarde alcanzaron los 125 mN, la mayor potencia a la que necesitarían llegar durante toda la misión.“Cada arco de combustión del propulsor durará períodos prolongados de hasta dos meses y proporcionará la misma aceleración con menos combustible en comparación con los quemadores químicos tradicionales de alta energía, que duran minutos u horas”, explicó el jefe de Operaciones de la ESA, Paolo Ferri.El primer arco de propulsión eléctrica de rutina comenzará a mediados de diciembre y pondrá a BepiColombo en su trayectoria interplanetaria, lo que optimizará su órbita antes de dejar de girar en torno a la Tierra, en abril de 2020.Colocarse en la velocidad adecuada en su órbita sin ser engullida por la enorme fuerza de gravedad del Sol requiere un viaje indirecto de 9.000 millones de kilómetros, recorridos a lo largo de siete años y dos meses, durante los que sobrevolará una vez la Tierra, dos veces Venus y seis el propio Mercurio.“Esto nos pone más cerca de desvelar los secretos del misterioso y más interno planeta y, por último, de la formación de nuestro Sistema Solar”, defendió el director de ciencia de la ESA, Günther Hasinger.
EFE
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