La vacuna Covaxin, la primera desarrollada en India contra el COVID-19, evita claramente la aparición de la enfermedad, según un estudio publicado el jueves, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya la aprobó.
Esta vacuna es “altamente eficaz contra el COVID-19 sintomático (...) en adultos”, resume el estudio publicado en The Lancet, y añade que fue “bien tolerada”, sin efectos secundarios graves significativos.
La OMS ya había aprobado esta vacuna con carácter de urgencia hace unos días basándose en este estudio aunque aún no se había hecho público.
Covaxin, producida por el grupo Bharat Biotech, se une así a las vacunas anticovid de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca, Johnson&Johnson, Sinopharm y Sinovac en la lista de la OMS.
El estudio, en el que participaron 25.000 personas que recibieron la vacuna o un placebo, demostró que había unas tres cuartas partes menos de casos de COVID-19 en los vacunados.
Esta eficacia es inferior a la observada inicialmente en las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna, pero sigue siendo elevada.
La vacuna es especialmente interesante para los países pobres y en desarrollo, ya que requiere menos logística que las vacunas de ARN mensajero.
Estas últimas deben almacenarse a temperaturas muy bajas, lo que necesita una importante capacidad logística.
La llegada de Covaxin podría “mejorar el inadecuado suministro de vacunas que afecta desproporcionadamente a los países de ingresos bajos y medios”, afirman los investigadores chinos Jing-Xin Li y Feng-Cai Zhu, que no participaron en el estudio.
Sin embargo, señalan algunas limitaciones: los ensayos se realizaron solo en India, “lo que hace que la cohorte del estudio sea menos diversa étnicamente y limita la posibilidad de generalizar estos resultados a otras poblaciones”.
Además el estudio se realizó entre noviembre de 2020 y enero de 2021, antes de que se generalizara la variante delta, más contagiosa y potencialmente más resistente a la vacunación.