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La imagen de lo sucedido con el jugador del Sport Águila Joao Contreras –durante el partido contra Fuerza Minera- dejó a todos impactados: cuando estaban a punto de reanudarse las acciones, un rayo cayó sobre el terreno de juego hiriendo a Contreras, Julio Ríos (Sport Águila) y el juez de línea Abraham Loayza. Para alegría de todos, están fuera de peligro.
En realidad, el desenlace pudo ser fatal. “La energía del rayo depende de la distancia entre el punto de formación y el punto de impacto en la Tierra. Es capaz de matar a una persona y las lesiones que produce dependen del recorrido de la descarga a través del cuerpo”, explicó a El Comercio Emerson Sifuentes, ingeniero electricista de la UNI y supervisor de proyectos de Ayasta ingenieros SA.
El experto explicó que en el caso de Contreras, el rayo tras impactar en el jugador tuvo que descargarse hacia la Tierra, por lo que no afectó seriamente ni a su compañero de equipo ni al juez de línea. La carga de un rayo está cerca del millón de voltios.
“Las lesiones que tenga la persona dependen del recorrido de la descarga. Basta 0,5 ac (corriente alterna) y 0,25 dc (corriente continua) para matar a una persona. Pero si la corriente eléctrica le ingresa, por ejemplo, por la mano derecha y sale por su pie derecho no tendrá mayores consecuencias. En cambio, si ingresa por una de sus manos y sale por la otra hay muchas posibilidades de que se comprometan más órganos y tener lesiones más graves”, indica Sifuentes.
“La tierra se convierte en un buen conductor, especialmente si está húmeda”, señala.