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La elevada temperatura y la exposición al Sol son causantes de algunas de las enfermedades más comunes en verano, como la conjuntivitis, la diarrea, las insolaciones y la intoxicación alimentaria. Esto males afectan principalmente a los niños.
Cuidado con los ojos
La conjuntivitis es muy frecuente debido a que el agua de muchas piscinas no está correctamente clorada; por lo tanto, quedan muchos gérmenes en el agua que causaran está infección en los ojos, explica Roberto Somocurcio, pediatra de la Clínica Anglo Americana.
En estos casos, el experto recomienda limpiar los ojos con agua de manzanilla y acudir al oftalmólogo. De esta forma, se diagnosticará y tratará la infección de manera rápida.
Además, se debe tener en cuenta que al salir de la piscina es importante ducharse y lavarse las manos para evitar que cualquier tipo de bacteria se adhiera al cuerpo, ocasionando otro tipo de enfermedades.
Evite la exposición al Sol
Por otro lado, en el caso de la insolación se debe tener en cuenta que la radiación solar es tóxica y acumulativa; es decir, que las consecuencias se verán con el pasar del tiempo.
En el caso de los niños menores de 1 año, ellos no deben recibir Sol directamente, y de ser posible evitarlo. Siempre deben tener prendas que los cubran como un polo de manga larga y un short. Además, no deben ser expuestos al Sol sin protección por más de 15 o 20 minutos.
“El niño que ingresa a una piscina deberá tener una ropa de baño que lo cubra y usar bloqueador solar cada 2 o 3 horas; asimismo, si sale del agua volver a aplicarlo periódicamente”, recomienda el médico.
“Si se produce una quemadura solar se debe aplicar compresas de gel frío en la zona afectada, darle paracetamol en caso de dolor y si aparecieran ampollas. Si la quemadura es muy extensa o hay demasiado dolor, se debe acudir a emergencias”, indicó el especialista.
Alimentos en mal estado
En verano son típicas también las enfermedades gastrointestinales por la ingesta de alimentos que no han sido adecuadamente refrigerados. En este tipo de alimentos comúnmente se alojan bacterias como el estafilococo, el bacilo cereus y la salmonela, que pueden ocasionar infecciones intestinales.
Para prevenir este tipo de dolencias se recomienda lavar las manos correcta y frecuentemente, comer en lugares que cumplan con las normas de salubridad y, sobre todo, después de preparada la comida, no conservarla por mucho tiempo incluso si está refrigerada.
Las picaduras
Las picaduras de insectos se incrementan en esta época del año. Lo importante en estos casos es determinar el tipo de picadura que tiene la persona. Las mordeduras de araña, por ejemplo, suelen causar mucho dolor, por lo que se recomienda acudir a emergencias rápidamente si se presentara el caso.
Si fuera una picadura de abeja, el tratamiento es distinto ya que se debe actuar rápidamente para evitar que el veneno que deposita la abeja se libere. “Con una tarjeta dura se presiona sobre la piel donde está el aguijón y se separa rápidamente el saco de veneno para que este salga”, recomienda Somocurcio.
En general, las picaduras de insectos se deben lavar con abundante agua, administrar un antihistamínico que el médico designe y evitar que el niño se rasque la piel, pues de lo contrario se podría generar una infección.
Los signos de alarma importantes en una picadura son la dificultad para respirar, el aumento rápido de tamaño y enrojecimiento u oscurecimiento desmesurado de la herida, además de fiebre y dolor intenso. En estas situaciones se recomienda acudir inmediatamente a emergencias.