MIAMI. Restos de piel, aceite o cualquier suciedad que tiene su smartphone pueden revelar datos sobre su estilo de vida, y esa información podría hasta servir de evidencia en investigaciones criminales, dijeron investigadores estadounidenses.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El estudio contó con la participación de 39 voluntarios que permitieron a los científicos recoger muestras de sus smartphones y de sus manos derechas en distintos lugares, y así determinar su estilo de vida.
Los investigadores descubrieron que una gran cantidad de información química queda en estos dispositivos. Por ejemplo, cremas antiinflamatorias o antihongos, tratamientos para pérdida de cabello, antidepresivos y gotas para los ojos, según el estudio, publicado en la revista científica “Proceedings of the National Academy of Sciences”.
También se encontraron moléculas de cítricos, cafeína, hierbas y especias. En algunos casos, se detectaron en los smartphones restos de químicos usados meses antes por sus usuarios, como protectores solares o repelentes de mosquito.
“Podemos imaginar una situación en la que el investigador de una escena de crimen encuentra un objeto personal, como un smartphone, bolígrafo o llave, sin huellas dactilares o ADN que estén en la base de datos (...) no tendrían nada para determinar a quién pertenece”, dijo Pieter Dorrestein, el autor principal del estudio y profesor en la facultad de farmacéutica de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.).
“Analizando las moléculas que quedan en los smartphones, pudimos decir que probablemente se trataba de una mujer, que usa cosméticos de alta gama, se tiñe el pelo, toma café, prefiere la cerveza al vino, le gusta la comida picante, se trata contra la depresión, se pone protector solar y repelente de insectos por lo que probablemente pasa mucho tiempo en el exterior”, dijo una de las autoras del estudio, Amina Bouslimani, de la misma universidad que Dorrestein.
“Este es el tipo de información que podría servir a un investigador para facilitar la búsqueda del propietario de un objeto”, añadió.
El estudio fue considerado como una prueba de concepto, pero se necesitan más trabajos para que finalmente las moléculas halladas en los dispositivos sirvan para determinar quién es su dueño, como podría hacerlo una huella dactilar. Por ahora, la información química que queda en los teléfonos solo puede brindar un perfil general del estilo de vida del usuario.
Fuente: AFP