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Para evaluar el diámetro, la masa y la edad de una estrella, los investigadores deben estudiar su resonancia natural.
Este proceso se analiza “de la misma manera en que lo hacemos al escuchar la resonancia de un instrumento musical o de otro cuerpo“, explica Bill Chaplin, profesor de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido.
“La afinación de los tonos nos dice algo del tamaño de la estrella y de lo que sea que tenga adentro que la hace resonar”, añade Chaplin.
Pero esta misma información sobre la resonancia se puede acelerar para dar una idea de cómo suenan estos cuerpos celestes.
Los investigadores utilizaron el telescopio Kepler de la NASA para determinar el sonido de la estrella Kepler-444.
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Según los investigadores, el análisis de esta estrella puede resultar útil en la búsqueda del Santo Grial de los astrónomos: la evidencia de vida alienígena.
Kepler-444 es la estrella principal del sistema planetario más antiguo de la Vía Láctea. Asimismo, es 25% más pequeña que el Sol y por lo tanto menos caliente.