No es fácil para Europa escribir la palabra “fin” y cerrar la bella historia de Philae, pero la esperanza de retomar contacto con el pequeño robot posado en un cometa, que no da señales de vida desde hace seis meses, parece cada vez más remota.Seguir a @tecnoycienciaEC !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Al término de diez años de viaje como pasajero de la sonda Rosetta, Philae logró una hazaña sin precedentes en la historia de la conquista espacial, al posarse el 12 de noviembre de 2014 sobre el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko. Tras rebotar varias veces, quedó posado a la sombra a causa del relieve accidentado.
Equipado de diez instrumentos de observación científica, logró trabajar 60 horas antes de quedarse dormido, extenuado por falta de energía.
What happened on Sunday after @Philae2014 flywheel activation command? #Videoupdate with @Rosetta_OSIRIS pic.twitter.com/oqtuEwFK4p— DLR - English (@DLR_en) enero 12, 2016
En junio de 2015 volvió a despertar, pero desde el 9 de julio no ha vuelto a dar señales de “vida”. En este tiempo, los científicos han hecho numerosos intentos por retomar la comunicación con este robot.
Todas sus peripecias terminaron apasionando al público, en parte gracias a la hábil política de comunicación de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Gracias a la agencia de comunicación Design & Data, y mediante dibujos animados difundidos por Internet, convirtió al pequeño robot metálico en un personaje con rasgos humanos agraciados y un casco de obrero.
También apeló a las redes sociales: Philae enviaba tuits a la Tierra y a su “madre”, la sonda espacial Rosetta.
Pero desde hace meses, a pesar de los esfuerzos de las agencias espaciales alemana (DLR) y francesa (CNES), no se ha podido establecer contacto alguno con el robot-laboratorio, que tiene el tamaño de un lavarropas.
“De aquí a fines de enero, las condiciones en el cometa se volverán hostiles para el robot y la misión Philae llegará a su fin natural”, anunció la DLR a principios de este mes.
Sin embargo, los científicos quisieran primero tener la seguridad de que ya no existe ninguna esperanza de entrar en contacto con el robot.
Escoltado por Rosetta desde agosto de 2014, el cometa 67P se encuentra actualmente a 340 millones de kilómetros del Sol y se aleja cada vez más.
“Es como matar a Bambi”
Para poder funcionar, Philae necesita que sus paneles solares reciban suficiente luz como para suministrarle energía. Y su temperatura no debe caer por debajo de -51 ºC.
Corresponderá a las agencias que financiaron a Philae -Alemania, Francia, Italia y España- decidir oficialmente el fin de la misión en una próxima reunión.
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Europa quiere además darse tiempo de comunicar con habilidad acerca del fin de vida de este robot, que cuenta actualmente unos 456.000 seguidores en Twitter. Y recurrirá para ello otra vez a Design & Data.
“Tuvimos tanto éxito a la hora de hacer antropomorfismo con Philae atribuyéndole comportamientos humanos, que el día que lo demos por muerto será como matar a Bambi”, dijo Mark McCaughrean, consejero científico de ESA. “Nos van a acusar de abandonar al niño”, bromeó.
“Es casi un ser vivo”, dijo por su parte Philippe Gaudon, responsable del proyecto Rosetta del CNES de Toulouse (Francia) desde 2004. “Es como un pequeño personaje. Tiene tres patas para posarse, un cerebro, y su programa de vuelo”, agregó.
El antropomorfismo conlleva riesgos, advierte el filósofo Grant Ramsey. “Puede despertar emociones como la alegría y la excitación, pero también provocar estrés o tristeza” en caso de muerte.
La elección de las palabras será importante. Nada impide sugerir que Philae se quedó dormido en el cometa, en vez de hablar de su muerte.
Hay computadoras en la Tierra capaces de seguir escuchando al robot en caso de que emita una señal sin por ello movilizar demasiados medios.
La misión Rosetta concluirá en septiembre. La sonda intentará “posarse” lo menos abruptamente posible sobre el cuerpo celeste y quedará sumida en un sueño eterno junto a Philae.
Esta misión busca conocer mejor a los cometas, testigos de la génesis del Sistema Solar hace 4.600 millones de años, y hallar indicios de la aparición de la vida en la Tierra.
Fuente: AFP