Un tribunal de San Diego (California) absolvió hoy a Cecilia Abadie, la primera persona multada por conducir con las Google Glass puestas, unas gafas inteligentes que se activan con la voz y pueden tomar fotos, grabar vídeo, consultar el correo electrónico y navegar por la red.
Abadie fue declarada inocente porque, aunque llevaba las gafas puestas, no las tenía encendidas, al tiempo que tampoco se encontró evidencia de que condujera a una velocidad superior a la permitida, como se había dicho en un principio.
No obstante, las autoridades de California recordaron en su argumentación que el código de circulación del estado prohíbe conducir si una pantalla de vídeo de cualquier tipo está al alcance de la vista del conductor.
El abogado de Abadie, sin embargo, defendió que “no es ilegal conducir con las gafas de Google puestas”, al tiempo que recordó que este invento del gigante tecnológico no existía cuando se redactó el código de circulación del estado.
Este insólito caso ha captado la atención de todo el país y ha suscitado un debate en torno a si las gafas de Google, que se activan con la voz y tienen una pantalla en el lado del ojo derecho, pueden distraer al conductor y, por tanto, ser peligrosas al volante.
Abadie es una de las más de 10.000 personas en Estados Unidos que Google ha escogido para probar sus gafas, que tienen un precio de 1.500 dólares y estarán en las tiendas este año, aunque aún no hay fecha concreta.