(EFE). Un profesor de informática argentino ha desarrollado Besense, una toalla higiénica femenina capaz de detectar enfermedades ginecológicas, el primer proyecto del mundo de detección de padecimientos basado en el ciclo menstrual.
La idea de Gabriel Weinstein y su equipo fue una de las cinco premiadas este año por la Singularity University, el campus de innovación de la NASA, entre los 22 proyectos presentados por emprendedores de 35 países.
Weinstein y sus compañeros basaron su iniciativa en los 1.700 millones de mujeres que menstrúan en el mundo cada mes.
“Si no duele algo, nadie va al médico a sacarse sangre, entonces ¿por qué no aprovechar la que la mujer pierde cada mes para detectar enfermedades a tiempo?”, indicó a Efe el profesor argentino.
Junto a dos compañeros daneses, una búlgara, un polaco y una brasileña, el joven de 31 años desarrolló una toalla femenina que detecta enfermedades como la clamidia, sida, sífilis, gonorrea y el virus del papiloma humano a través del análisis de la sangre menstrual.
“En esa escuela capacitan a futuros líderes en tecnología, para que luego podamos aplicar esta como un aporte positivo al mundo”, aseguró Weinstein, que fue el cuarto de su país en ser elegido para viajar a la institución estadounidense.
El diseño de esta nueva toalla higiénica es el mismo que el de la convencional, sólo que agrega una última capa que contiene un chip, compuesto por un sensor que detecta la enfermedad, una batería y un transmisor de radio frecuencia, que envía la información al smartphone.
“El sensor tiene cinco paneles y cada uno detecta una enfermedad distinta, entonces, si la hay, el biomarcador reacciona con un anticuerpo y genera un electrón, que dispara el envío de los datos sobre la infección”, explicó Weinstein.
Si bien las innovadoras toallas no están a la venta, ni lo estarán a corto plazo, la patente del proyecto es compartida por los seis emprendedores, quienes acordaron que cada uno podría implementarla en su propio país.
“Es difícil trabajar en un mismo equipo desde cinco países distintos, así que algunos de mis compañeros también están analizando continuar con el proyecto localmente”, dijo el argentino, quien aseguró que, de salir a la venta, el producto no sería caro.
“El chip de acá a dos años va a ser más barato y la diferencia de precio sería mínima”, afirmó y aclaró que el formato de venta sería poner, por paquete, dos toallas higiénicas con sensor y otras normales.