Con campañas publicitarias como Get a Mac, Apple buscaba remarcar las virtudes de sus computadoras frente a las PC con Windows mediante las presentaciones que hacía un joven con ropa informal del lado de las Mac frente a un usuario formal y corporativo que se asociaba a los modelos con el sistema operativo de Microsoft. Muchos años más tarde, la compañía ahora liderada por Tim Cook busca disputar la identificación de sus equipos en las películas de Hollywood.
Según Rian Johnson, director de Entre navajas y secretos (Knives out) y Star Wars: El último Jedi, Apple exige que sus dispositivos no sean utilizados por los villanos de turno. “Nos dejan que los personajes sus teléfonos, pero nos aclaran que los chicos malos no pueden aparecer con un iPhone. Y creo que ahora cada director que tiene un villano quiere matarme por este secreto”, dijo Johnson en una entrevista en Vanity Fair.
De esta forma, Apple busca cuidar la reputación de sus dispositivos en las películas y series televisivas, más allá del uso que le dan sus clientes en la vida real. Una muestra de esto se dio con una teoría que habían planteado los seguidores de la serie 24, donde los buenos tenían sus Mac y los malos usaban Windows.
En la escena de Entre navajas y secretos en cuestión, el personaje de Jamie Lee Curtis se muestra usando un iPhone; su hijo en pantalla, interpretado por Chris Evans, no posee un producto de la marca y ese dato parece que es un gran spoiler.
Después de la confirmación de Johnson, el próximo paso será ver qué dispositivo utilizan los protagonistas de una película para saber quién es el malo de turno y descartar a los personajes que usen un iPhone o una Mac.
Los productos de Apple dominan las películas de Hollywood y han tenido apariciones en una gran cantidad de programas de televisión y películas populares, incluyendo Sex and the City, Mission: Impossible y más recientemente en la serie insignia de Apple TV Plus The Morning Show, protagonizada por Reese Witherspoon y Jennifer Aniston.
El crítico de cine Roger Ebert incluso comentó sobre el fenómeno en 2003. “Dado que muchas máquinas con Windows se parecen, Apple es uno de los pocos fabricantes que puede ganar mediante la colocación de productos”, escribió Ebert en una columna para el diario Chicago Sun-Times.
Según MacRumors, la compañía dice que sus productos solo deben usarse “de la mejor manera, en una forma o contexto que se refleje favorablemente en los productos Apple y en Apple Inc.” Es especialmente difícil cuando Apple financia la producción. El año pasado, New York Times informó que a Apple le preocupaba cómo se representaban sus dispositivos en el contenido creado para su propio servicio de transmisión.
“Me siento cómodo diciendo que los cineastas no necesitan una licencia [de los fabricantes de productos] para que los personajes usen productos cotidianos de manera normal”, dijo al sitio especializado Ars Technica el director legal John Bergmayer del grupo de defensa Public Knowledge, que se especializa en temas de propiedad intelectual. Y añadió: “El simple hecho de que un tipo malo conduzca un automóvil o use un teléfono” podría considerarse un empañamiento de una marca registrada. También señaló que Apple podría limitar simplemente la forma en que los estudios de cine usan los productos que Apple les proporciona.
Al sitio Vice el hecho le llamó la atención la noticia puesto que la política de Apple sobreestima la influencia de los personajes antagónicos ficticios, mientras ignora la influencia de los reales. En concreto se apunta al caso del presidente Donald Trump, quien tuitea desde un iPhone y, hasta donde se sabe, la compañía no le ha solicitado que use un dispositivo diferente para evitar mezclarse con su discurso de “racismo, xenofobia, separación de niños y fascismo”.
Apple no ha respondido las solicitudes de comentarios de los medios estadounidenses.
Otros casos: El actor Daniel Craig rechazó un acuerdo de US$ 50 millones para que James Bond usara un teléfono Samsung en 2015 en Spectre porque consideró que no era lo suficientemente bueno para el 007. También le dijo no a una oferta de US$ 18 millones de Sony.
El exitoso Slumdog Millionaire de Danny Boyle en 2008 arrasó con todos los premios, pero Coca-Cola y Mercedes no querían tener nada que ver con la historia de un niño de los barrios pobres de la India. Los productores de la película no pidieron permiso para usar las marcas en la película y las compañías se molestaron por cómo fueron representadas.
El País, GDA
TE PUEDE INTERESAR
• iPhone 11 | ¿Por qué este teléfono tiene una acogida tan fría en el lugar donde nació?
• Estas son las novedades que trae el nuevo sistema operativo de Apple
• iOS 13: Apple lanzó la nueva versión de su sistema operativo: conoce cómo instalarla
• iPhone 11 | ¿Qué son las ‘Slofies’ de Apple?
Síguenos en Twitter...