Revisar cada 10 o 15 minutos el smartphone se ha convertido en un hábito para mucha gente. Esta actividad no sería producto de la casualidad, pues la interfaz de las pantallas han sido diseñadas para que el usuario esté pendiente de lo que sucede a cada momento. Tristan Harris, exgerente de productos de Google y fundador de Well Spent, ha dado consejos de cómo evitar estar pegado al celular.
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Harris afirma que la responsabilidad de este tipo de “vicio” no es del usuario, sino de los encargados de diseñar las aplicaciones y redes sociales. El ingeniero explica que el smartphone es adictivo porque está pensado como una máquina tragamonedas, que recompensa con la frecuencia con la que se tira la palanca en busca de otra dosis de dopamina.
“Funciona con un esquema de recompensas variable. Miras el móvil como si estuvieras jugando con una máquina tragamonedas y a veces recibes un mensaje, o un 'me gusta', un RT en Twitter y te sientes muy bien, pero otras veces no obtienes nada”, contó al portal CBS News.
El ingeniero cree que el problema de la adicción se ha vuelto más fuerte con el smartphone, porque detrás de cada aplicación hay miles de ingenieros trabajando para que una persona pase buen tiempo detrás de la pantalla. Existe una “economía de atención” que llega a las compañías a crear nuevas técnicas para maximizar la atención que obtienen de una persona, como los Snapstreaks, (puntuación en Snapchat, cuando intercambiar un mayor número de Snaps).
Harris sugiere poner la interfaz del teléfono en escala de grises para reducir el tiempo de estar pegado a la pantalla. Si bien se está reduciendo el potencial del teléfono, el ingeniero cree que una pantalla menos atractiva hará que el usuario pierda el interés y el gesto de mirar la pantalla y hacer scroll entre sus notificaciones cada 15 minutos.
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