Mobile World Congress es el gran escaparate de las novedades en el sector de la tecnología móvil, pero este año también se hacen un hueco los teléfonos reacondicionados, que apuestan por alargar la vida de los productos reduciendo la huella de carbono y los desechos electrónicos.
Marcas como POCO, realme, Honor o Nokia exponen estos días en Barcelona sus últimas novedades en telefonía móvil, con innovaciones que mejoran la duración de la batería, la calidad de las capturas fotográficas o la visualización de contenidos.
Junto a ellas están también empresas como SMAAART, cuya propuesta es radicalmente diferente: el reacondicionamiento de teléfonos móviles para darles una segunda vida al tiempo que permiten realizar consumo más responsable.
Los teléfonos reacondicionados son equipos usados que antes de ponerse de nuevo a la venta han sido examinados y reparados por profesionales para que sean cien por cien funcionales. Este proceso tiene asociados también una serie de servicios, como un periodo de garantía, unos plazos para su devolución o la posibilidad de contactar con atención al cliente.
Este tipo de dispositivos pueden ser hasta un 50 por ciento más baratos que un móvil nuevo, como apuntan desde SMAAART. Esta empresa participa en un ‘stand’ en el French Tech Pavilion de Business France, donde informan sobre algunos de los procesos propios, como la red de recogida basada en los circuitos de corta distancia, que permite recolectar más del 75 por ciento de los teléfonos en Francia y ayuda a reducir la contaminación vinculada la transporte.
Yendo más allá del precio, desde SMAAART explican que el 80 por ciento de la contaminación carbónica de un teléfono se debe a su fabricación. En este sentido, tiene un impacto de 60kg de emisiones de CO2, mientras que el de un teléfono reacondicionado es tan solo del 8 por ciento.
Aunque no tiene ‘stand’ presencial, Back Market también apuesta por el reacondicionamiento. Citando datos de la Agencia Francesa para la Transición Ecológica (ADEME), esta empresa apunta otro dato: un solo ‘smartphone’ reacondicionado evita 175 gramos de residuos electrónicos. Cada teléfono móvil nuevo genera unos 199 gramos de residuos electrónicos, mientras que un teléfono reacondicionado, solo 24 gramos, es decir, un 88 por ciento menos.
El impacto también difiere en la extracción de materias primas, donde la obtención de materiales como el oro, la plata, el aluminio, el cobre, el cobalto y el cromo, entre otros, equivale a unos 283 kilogramos de tierra excavada para conseguir una mínima parte de los metales y minerales necesarios. Los ‘smartphones’ reacondicionados requieren menos materias primas (23,1 gramos).
La minería y la extracción de materias primas también requiere un consumo de agua, que en caso de un equipo nuevo se estima en 82.300 litros, mientras que un ‘smartphone’ reacondicionado ahorra 68.400 litros de agua.