“Final Fantasy XVI” fue un título divisivo cuando salió el año pasado, con su enfoque en la intriga política, falta de reparos para mostrar sexo y jugabilidad más parecida a “Devil May Cry” que a una franquicia pilar en los JRPG. A pesar de esto - o en realidad gracias a eso-, se convirtió en uno de mis juegos favoritos del 2023 por su coraje para romper esquemas y mostrarnos algo nuevo en una saga que se acerca a las cuatro décadas de existencia. El pasado 18 de abril el título lanzó su segundo y último DLC titulado “The Rising Tide” (“Mareas crecientes”), el cual enfrenta al protagonista Clive Rosfield con el eikon del agua Leviatán. ¿Se trata de un clavado o un chapuzón? Aquí te lo respondemos.
MIRA: “Rise of the Ronin” no asciende a las alturas que esperaba, pero es un buen juego | Review
¿De qué trata?
“The Rising Tide” se sitúa casi al final de la historia de “Final Fantasy XVI” y nos presenta la historia del eikon perdido Leviatán. Para recapitular, los Eikons son poderosas criaturas elementales que habitan en personas elegidas denominadas Dominantes, esencialmente el equivalente a armas de destrucción masivas para las distintas naciones de Valisthea en su lucha por el control de los Cristales Madre, las fuentes de magia en este universo y secretamente también la razón de la rápida degradación del mundo.
El protagonista Clive Rosfield es el Dominante de Ifrit, un eikon antes desconocido con la capacidad de absorber el poder de otros seres de su clase, que realiza una campaña para destruir los Cristales Madre bajo el seudónimo de Cid el bandido. “The Rising Tide” presenta una nueva aventura por la desconocida región de Misidia, una jungla tropical ubicado en el norte del continente de Tormenta dónde la supuestamente extinta Tribu del Agua se ha escondido por el último siglo y donde Clive deberá ayudar a rescatar al Dominante de Leviatán de su prisión.
Cabe señalar que Misidia es una hermosa adición al mundo de “Final Fantasy XVI”, presentando frondoso bosques y soleadas costas añiles que distan mucho de los más sobrios espectáculos de otras regiones exploradas. Particularmente extraordinaria es La ola, un tsunami congelado en el tiempo que deja recalcar por qué esta franquicia es frecuentemente reconocida por tener los mejores gráficos de la industria.
Desafortunadamente, fuera de lo artístico, el diseño de Misidia es extremadamente similar a las otras regiones del juego, consistiendo de simples caminos interconectados que dan la sensación de estar en un corredor gigante más que en un mundo abierto. Esperable, tomando en cuenta que la mayoría del juego ha sido así, pero a la vez decepcionante porque limita los espacios que podemos explorar en esta hermosa región.
La historia del DLC tampoco da mucho que hablar, consistiendo en una aventura independiente que termina sin tener efecto en el final del juego. De los nuevos personajes, solo Shula, líder de la aldea de Misidia, tiene algún tipo de desarrollo, siendo su deseo de salvar al Dominante de Leviatán, Waljas, la razón de todo el argumento. En esto, indudablemente la mayor oportunidad perdida es en el poco uso de Jill Warrick - la Dominante de Shiva y compañera de Clive- en el DLC, algo que sucede también en la historia principal del juego, pero que se siente aún más tomando en cuenta que la región explorada es parte de su hogar ancestral.
Jugabilidad
“The Rising Tide” consiste en un par de misiones principales, cada una con sus propios niveles y jefes (incluyendo una nueva batalla entre Eikons), además de una decena de misiones secundarias distribuídas a lo largo de la región de Misidia. Debo admitir que los enemigos en “The Rising Tide” me hicieron sufrir como nunca antes en el juego, incluyendo el último jefe de toda la campaña que tuve que reiniciar en múltiples ocasiones en uno de los mejores encuentros de todo “Final Fantasy XVI”.
El DLC además tiene una serie de retos en la Piedra Areté, incluyendo el Portal de Kairós, un modo donde te puedes enfrentar a sucesivas batallas que incrementan en dificultad. En total, el contenido me duró alrededor de 6 horas, aunque no completé todo lo que me propusieron.
Pero el principal atractivo del DLC son las nuevas habilidades a las que Clive tiene acceso en el DLC. El conjunto de habilidades proporcionadas por Leviatán son las más interesantes, al transformar el brazo de Clive en una reproducción de la enorme serpiente que puede arrojar letales ráfagas de agua, proporcionando al jugador una buena alternativa a Bahamut para pelear a distancia.
No es la única transformación proporcionada en “The Rising Tide”, que también te permite canalizar los poderes del villano Ultima (Artema en español) en una transformación que enfatiza ataques vistosos y poderosos, permitiéndote sentirte como un ser todopoderoso. Ambos estilos de pelea son divertidos y buenas adiciones para un sistema de pelea que ya destacaba por la diversidad de opciones.
¿Vale la pena?
Con una nueva región, varias misiones y dos nuevos Eikons para Clive, “The Rising Tide” se presenta como una atractiva oferta a su costo de US$20 para aquellos que fueron aficionados a lo que “Final Fantasy XVI” propuso a mediados de 2023. Por el mismo lado, no hay nada revolucionario en el DLC ni ningún elemento crucial para la historia, así que es completamente valido el esperar para un descuento o incluso la edición completa del juego que se rumorea saldrá para Windows en los próximos meses. Por mi parte, yo salí contento de esta última zambullida en el mundo de Valisthea.
La ficha
- Título: “Mareas crecientes″ / “The Rising Tide”
- Desarrollador: Square Enix Creative Business Unit III
- Género: Acción, RPG.
- Voz: Alemán, Español (México), Francés (Francia), Inglés, Italiano, Japonés
- Idiomas de pantalla: Alemán, Español, Español (México), Francés (Francia), Inglés, Italiano, Japonés, Polaco, Portugués (Brasil), Ruso, Árabe
- Plataformas: PlayStation 5.
- Lanzamiento: 18 de abril del 2024.
- Duración aproximada: aprox. 4 horas para completar la historia.
- Puntaje: 7/10.
Contenido Sugerido
Contenido GEC