DIEGO PAJARES HERRADA (@eldiegock)
Enviado especial a Wilmington, Carolina del Norte
Cuando estás frente al autor de muchos de los traumas de tu niñez, cualquier cosa puede pasar. Como que te pida, poco antes de terminar una conferencia de 30 minutos con periodistas de todo el mundo, una pregunta rápida para terminar. “¿A qué le tienen miedo los estadounidenses?”, pregunto. Stephen King piensa un momento su respuesta. “Los estadounidenses tienen miedo de todo”, dice.
El auditorio, repleto de invitados al set donde se graba la segunda temporada de “Under the Dome”, estalla en risas. El maestro del misterio nos atiende porque está colaborando muy de cerca con la serie basada en su libro, en el que el pueblo de Chester’s Mill queda atrapado debajo de una cúpula invisible. “Escribí el guion del primer capítulo”, nos recuerda, orgulloso.
Muchos libros suyos han sido adaptados al cine y la televisión. ¿Qué tiene “Under The Dome” que no tengan los otros para que se involucre a tal nivel?
Me he enfrentado a una especie de “purismo”, recibiendo comentarios de cierta gente que me dice “esto no es como tu libro”, “era como tu libro al principio, pero cambió”. Y yo… bueno, el libro [“Under The Dome”] solo cubre unas tres semanas en el tiempo de Chester’s Mill y cuando los productores vinieron a pedirme hacer la serie me dijeron que querían extender la línea de tiempo. Yo pensé que tal vez ellos querían extender la serie nueve años y que todos estén felices y eso. Pero la idea original para mi libro es que esta gente esté atrapada en Chester’s Mill por muchos meses y podamos ver que se les acaban los recursos, la contaminación dentro de la cúpula, que se queden sin energía… Pero para mí todo se trataba de ver hacia dónde iba el libro. En este caso, toda la historia, con lo largo que es el libro, solo cubre tres semanas. Así que estoy emocionado con la idea de ver qué pasa en un periodo de tiempo más extendido. Entendí que debíamos cambiar la vida de los personajes y me encargué de eso porque… yo nunca planeo exactamente qué es lo que va a suceder en uno de mis libros. Tengo una situación y me gusta ver hacia dónde va. Es como seguir una pista, tú solo la sigues hasta que la pista sangre. Me dijeron “vamos a extender el tiempo” y yo dije “está bien, hagámoslo”. En la primera temporada, muchas cosas del libro están ahí, particularmente las primeras piezas. Luego comienza a tomar su propia dirección. Mi punto de vista es el de cualquiera de ustedes: quiero saber qué pasa después, siento curiosidad al respecto. Y entonces, vinieron a mí y me preguntaron si quería involucrarme de una manera más activa y les dije “¿puedo escribir el guion del primer episodio de la segunda temporada?” y ellos dijeron “sí”. Entonces dije “¿en dónde nos quedamos al final de la temporada 1? ¿Qué pasa después?” Y ellos no tenían una sola pista. Para mí eso es como un cheque en blanco, puedes hacer lo que quieras y me dio la oportunidad de trabajar con todo el staff de la serie y el canal (que tenía fuertes ideas de a dónde se tenía que dirigir la serie). Entonces fue un esfuerzo de colaboración, pero escribir el guion del primer capítulo me permitió dejar una huella y me dio la oportunidad de poner la base para el resto de la temporada. Eso fue genial para mí, realmente lo disfruté.
Cada vez es más común ver libros saltar a la pantalla chica, como sucedió con “True Detective”, por ejemplo. ¿Qué opinas?
Me encanta. Ha cambiado todo el paisaje de lo que hace la TV. Solía haber pequeñas adaptaciones en series como “CSI”, “Criminal Minds” o “NCIS”, por ejemplo. Esas series no son realistas en el sentido en que cada semana un nuevo caso, con inicio y final, se presenta. FX se arriesgó con una serie llamada “The Shield” y esa serie hizo otra clase de televisión por muchas razones. Fue un show exitoso que continuó la historia gracias al desarrollo de sus personajes que empezaron a cambiar. Otra cosa que es interesante es que el protagonista de “The Shield” no es una persona buena, sino un malvado. Empiezas a ver series de televisión con episodios limitados, en las que se continúa la historia de una manera específica. Lo comenzaron a hacer las cadenas de cable con “Breaking Bad”, “Mad Men”, y demás. Para mí uno de los conceptos más interesantes es cuando apareció “The Killing” haciendo una sola historia con un arco de 13 episodios. Cuando CBS, una cadena de señal abierta, me pidió hacer lo mismo con “Under The Dome” simplemente me lancé a hacerlo. Es una nueva forma de hacer televisión. En CBS fueron muy valientes.
Se dice que se está viviendo una nueva etapa de oro en la televisión. Ya que usted ha trabajado con series antes de este cambio, ¿hay mucha más presión hoy en día al hacer TV?
No podría decirlo con seguridad. He estado involucrado con series de televisión un par de veces antes de que se de este ‘boom’ de las series en cable, no les he dedicado tanto tiempo. En los ochentas hicimos una serie llamada “Golden Years” en CBS. Era una serie de verano. Más recientemente hice “Kingdom Hospital”, una adaptación de la serie hecha por Lars Von Trier en Dinamarca. Así que… ¿hoy en día la valla está más alta? Sí, lo está. Te reta a contar historias dramáticas de una manera novelística. Es una nueva forma de hacerlo. Pero para mí, se siente natural. Lo que la TV tiene que vender, más que otra cosa, es tiempo. Te da la oportunidad de contar historias y desarrollar personajes… la cuestión es: las oportunidades para ser exitosos son tremendas. Los personajes no están a salvo. Cualquiera puede irse en cualquier momento. Me encanta “True Detective” y no estoy seguro si esos dos protagonistas terminarán vivos. Y así es como debería ser. Creo que sabes, cuando ves “CSI”, que todos los protagonistas van a terminar bien y eso le quita un poco de suspenso.
¿Cuánto ha cambiado su punto de vista como televidente?
Estoy seguro de que ha cambiado, pero es que se trata de un nuevo paisaje. Ahora, aunque los libros siempre serán hacia donde correré para encontrar entretenimiento, diría que después de ellos la televisión es entretenimiento puro. Antes hubiera dicho que el cine lo era, pero aquí en Estados Unidos, las series igualan o superan a las películas en términos de lo que pueden hacer dramáticamente. Yo solía leer por las noches. Ahora me siento a ver televisión. Acabo de terminar “Orange is the New Black” y estoy muy satisfecho. Es ver algo que está en otro nivel. “House of Cards”: la segunda temporada no estuvo tan buena como la primera, pero aun así es buena. La serie británica con Gillian Anderson, “The Fall”, increíble. Hay un montón de cosas para ver, hay más de las que deberían haber. Y yo no tengo más tiempo para ver muchos capítulos que el que tiene la gente normal. En ese sentido, “Under The Dome” se siente como un dulce para mí.
Dado el tiempo que le quita la televisión, ¿es más complicado escribir hoy en día? También mencionó que dejaría de hacerlo.
Sí, es más difícil de lo que solía ser. Y no sé si tenga tanto que decir como antes, así que escribo menos. Aun así, es en lo que soy bueno y lo que me gusta hacer. Es lo que me gusta hacer. Creo que cuando estaba en mis treintas y cuarentas me hacía feliz todos los días, pero ahora me hace feliz cada ciertos días (risas). Pero cuando dije que me retiraría acababa de sufrir un accidente, terminé muy mal. Estaba deprimido. Luego mejoré y, cuando te recuperas, buscas trabajo que hacer. Mi imaginación comenzó a trabajar y me gustó.
Con tanto trabajo: escribir novelas, participar activamente en “Under The Dome” y llegar a casa a ver “Orange is the New Black”, ¿cómo organiza su tiempo?
Es como hacer malabares. El año pasado fue un año genial para mí. No solo por “Under The Dome”, pues recuerden que no tan involucrado como ahora. También comencé a escribir, publiqué un libro y ahora se viene otro también, llamado “The Revival”.
Además también tiene que escribir. El terror quedaría cojo si dejara de hacerlo.
No lo sé. Creo que a mi editorial le gustaría publicar solamente terror. Pero a veces trato de mantener todo fresco renovando. “Mr. Mercedes” es suspenso. Trato de ir hacia donde haya emoción para trabajar. Pero “The Revival” es algo que a la gente le asustará mucho, le hará pensar mucho en el cementerio.
Ya que la serie ha cambiado con respecto al libro y dado que usted ha estado involucrado en “Under The Dome”, ¿hay ideas propias que haya agregado o quitado en el paso de la página a la pantalla?
Partí de la premisa de que quería ver mucho más en la serie que en el libro. La novela fue concebida con la idea de hacer Chester’s Mill un pequeño infierno. Un microcosmos del mundo en el que vivimos. Donde faltaran los recursos, la gente se sintiera presionada y todo comenzara a contaminarse al caer el domo al lugar. Entonces tenemos deterioro del lugar, calentamiento global, todas esas cosas. Todos estamos debajo de una cúpula. Vivimos en un planeta en el que estamos atrapados. Quería discutir todas esas cosas y me encantaría ver que en la serie se viera más. ¿Qué se hará cuando los recursos disminuyan considerablemente? Uno de los temas que la segunda temporada de la serie discutirá será ¿qué sucede cuando te das cuenta que tu población es demasiada para tan pocos recursos? Así que los personajes comenzarán a hablar de eso. En una serie como “Under The Dome”, que es de fantasía, puedes discutir esos temas.
¿Qué cree que series como “Under The Dome” tienen que decir acerca de la sociedad actual?
Lo que puedes hacer en series como “Under The Dome” es hablar acerca de todos los temas. Había una serie llamada “The Twilight Zone”, que tenía un programa llamado “The Monsters ar Due on Maple Street”. Ese era una serie que trataba sobre el racismo, sus consecuencias y la violencia que genera. Muchos temas que se tocan en la TV y son controversiales se ponen en discusión. Tienes un personaje como Big Jim (Dean Norris) en “Under The Dome”, que cada vez más se parece a Vladimir Putin. Podemos hacer eso, hablar de cómo la política tiende a radicalizar a las personas.
¿Qué es lo que está buscando hoy en día? ¿Hay algo que sienta le falta hacer?
Quiero estar comprometido con lo que hago y hacerlo con entusiasmo. No quiero fregarla y que la gente diga “él no es relevante más”. Quiero crecer un poco más, quiero entretener a la gente. Una vez que llegas a los sesenta, el reto es tratar de mantenerse fresco, tener algo en el corazón que quieras decir. No es fácil hacerlo, así que a veces pienso que cada escritor tiene algo que explorar, cosas que contarle a la gente. Mi gran reto en el futuro será saber cuándo debo callarme. Odiaría que la gente diga que hablo de más.
¿Cómo se siente al ver sus obras plasmadas en la pantalla?
Es genial y divertido. Todos estamos en este negocio riesgoso, a veces las producciones funcionan y a veces no. Al final no ganas ni pierdes porque si es bueno, como “The Green Mile”, dices “¡está basada en mi libro! Y si es malo, puedes decir “yo no tuve nada que ver con la adaptación” (risas).
Se han adaptado muchas de sus obras. ¿Alguna vez se arrepintió de haber cedido derechos para que las reproduzcan?
Sí, claro. Uno hace apuestas todo el tiempo. Cuando hicieron el musical de “Carrie” fue un salto al vacío, casi de inmediato supo que iba a salir mal.
¿Qué piensa de la revolución que han causado series como “The Walking Dead”?
“The Walking Dead” es una serie revolucionaria en el sentido en el que tienes un pequeño canal de cable con una producción que tiene un ráting que tranquilamente puede vencer a los canales gigantes los domingos por la noche. Estamos aprendiendo esta nueva forma de ver la televisión y los canales están aferrándose a eso.
La segunda temporada de “Under the Dome” se estrena el próximo lunes 28 a las 10 p.m. en TNT.