El estreno del documental sobre la cienciología “Going Clear: Scientology and the Prison of Belief”, del canal HBO, reunió este domingo a 1,7 millones de espectadores, la mejor marca para el debut de un documental en ese canal desde 2006.
Según los datos publicados hoy por el portal especializado TV by the Numbers, la obra de Alex Gibney es el documental más visto de HBO desde el debut de “When the Levees Broke”, de Spike Lee, en 2006, con 1,75 millones de televidentes.
No obstante, esa marca queda ligeramente por debajo de los 1,8 millones que vieron en 2013 “Beyonce: Life Is but a Dream”, sobre la cantante estadounidense, si bien aquel trabajo era esencialmente un especial sobre uno de los conciertos de la artista.
La cinta, que se basa en un libro homónimo del ganador de un premio Pulitzer Lawrence Wright, vio la luz por primera vez en la reciente edición del festival de Sundance e incluye entrevistas a antiguos miembros como el cineasta Paul Haggis, que abandonó en 2009 la Iglesia que lidera David Miscavige.
Fundada en 1954 por el escritor estadounidense de ciencia ficción L. Ronald Hubbard, la religión de la cienciología es considerada una iglesia en algunos países como Estados Unidos y ha sido objeto de numerosas controversias en los últimos años.
La cienciología surge de la fusión de principios y prácticas del budismo y el hinduismo con el conocimiento o tecnología occidental, y defiende que el hombre es un ser inmortal y espiritual, a la vez que cree en la reencarnación.
El documental examina, asimismo, cómo la cienciología utiliza a algunos de sus miembros más destacados, como las estrellas de Hollywood Tom Cruise y John Travolta, para popularizar sus dogmas.
Gibney ha denunciado que muchas de las personas que intervienen en la cinta ofreciendo su testimonio en contra de la cienciología han recibido “amenazas de daño físico, de arrebatarles sus viviendas y de verse abocados a la ruina económica”.
Representantes de la cienciología respondieron que todas esas alegaciones son “falsas y desesperadas” y que la obra de Gibney es “ridícula y llena de afirmaciones inventadas”.
(Fuente: EFE)
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