Pamela Díaz
Durante el verano, un inofensivo viaje en el ascensor de tu trabajo puede convertirse en una tortura. Ahí 20 segundos se vuelven horas porque los olores empiezan a concentrarse, el aire deja de fluir y el espacio te obliga a respirar muy cerca de los sudores ajenos. Pero si además cuando se abren las puertas y contemplas la posibilidad de reunirte con un compañero de trabajo que no suele oler bien ¿cómo se lo dices?
Hay quienes prefieren aguantar el mal rato que decirle a un colega que su olor es desagradable. Y en algunos casos eso es lo correcto. Guillermo Ramírez, diplomático, indica que ante una reunión de negocios o de protocolo queda totalmente prohibido hacer este tipo de mención, pues constituiría una ofensa personal. Yo me pregunto, en aquellos casos en los que existe una relación de confianza y un trato recurrente, ¿cuán difícil es darle ‘feedback’ a un colega sobre su imagen y olor personal? ¿Es aconsejable hacerlo si esto nos incomoda y dificulta la coordinación de labores?
Antes que nada, intenta identificar qué puede estar sucediendo, puede ser causa de una enfermedad, estrés laboral o falta de higiene. Después piensa en la manera en que se lo dirás, bajo qué circunstancia y en qué entorno. Trata de ser lo más delicada posible y relacionarlo con un tema médico o incluso climático. Tu objetivo principal debe ser mostrar preocupación por su salud y bienestar; es muy importante decidir bajo qué circunstancia se lo diremos. Jamás menciones el asunto de la higiene personal. No esperemos que sea cierre de mes: adrenalina a tope con mucha tensión, todo lo contrario, busquemos un momento donde el entorno sea fuera de la oficina, un espacio neutral. En el caso, por ejemplo, de la halitosis o mal aliento, una salida elegante es ofrecerle una pastilla o goma de mascar cuando vayan a reunirse. También puedes pedirle que te acompañe a comprar un café a media mañana, generar un ambiente de confianza y utilizar palabras delicadas y correctas: «He percibido que tienes un olor diferente, creo que deberías revisarlo porque no lo he notado antes».
Otra estrategia útil es hacer un comentario sobre el clima en el verano y la necesidad de estar siempre frescos, aunque pasemos tiempo en el transporte público o en la calle: hace demasiado calor, transpiro demasiado, estos pañitos húmedos me refrescan muchísimo ¿deseas uno? Dependiendo de la reacción de tu colega, puedes flexibilizar tus palabras y moderar el mensaje. Si responde: «¡qué vergüenza!, ¿por qué no me dijiste antes?, voy a revisarlo», quédate tranquila porque has dado en el clavo. Pero si no desea recibir el mensaje, o si por vergüenza se pone a la defensiva y se lo toma personalmente, (lo cual también puede suceder), enfócate en el problema y no en ti. Evita comentar cómo te afecta el olor y comportarte como la víctima. Por último, recuerda que es un tema sensible y no debe ser comentado con el resto de compañeros; mantener la privacidad del caso hará que tu mensaje tenga mayor efectividad.
Hoy en día, las empresas más exitosas procuran que cada uno de sus colaboradores se sienta bien, es por ello que Claudia García, asesora de imagen & personal shopper, quien dicta talleres sobre el cuidado personal, nos comenta que muchos profesionales estamos más preocupados de tener el cargador del celular en la cartera que un neceser que contenga lo mínimo e indispensable para esos retoques necesarios durante la jornada laboral. García nos aconseja tener siempre a la mano un kit de implementos que nos ayuden a salir de apuros y mantener una correcta imagen profesional, así como el cambio de toalla de baño y lavado de ropa después de usarla.
Recuerda que estas situaciones jamás deben comunicarse por medio de un correo electrónico y menos compartirlas con tu grupo de trabajo, ya que el mensaje puede hostigar al colaborador. Si tú eres jefa de esta persona, lo más importante es que no se sienta atacada. Considera que ante todo la amabilidad ayuda a un buen clima laboral, pero también debes ser directa y aterrizada con tus ideas al momento de transmitir tus inquietudes olfativas. Esto ayudará a evitar discusiones futuras. Si por algún motivo no logras tener este ambiente neutral y de confianza, recurre a un colega que le tenga mayor confianza para transmitir dicha sugerencia de una manera muy discreta, pero asertiva.