La prematura carrera de Maricarmen Marín no fue nada sencilla. Pero las agrias experiencias que vivió en su trayecto al éxito no fueron en vano y le sirvieron para aprender a no rendirse frente a las piedras que se cruzaron por su camino. Para quienes no lo recuerden, la dulce Maricarmen dio su primer paso en televisión en La movida de los sábados. Ante la pregunta de Jannina Bejarano en #Dilo: “¿qué piedra recuerdas que te hizo retroceder para tomar impulso y continuar?” Maricarmen compartió su primera decepción. “La primera, que me chocó mucho, fue cuando yo empecé como bailarina y me despidieron del programa”, señaló.
Era su primer trabajo en televisión. Un paso para conseguir el sueño que la abordaba mientras cantaba en su habitación frente al espejo y con un cepillo de cabello a modo de micrófono. Maricarmen Marín se sometió diez meses a prueba para lograr obtener el trabajo de bailarina en el recordado programa de cumbia que conducía Janet Barboza.
Cuando por fin la contrataron, la alegría no cabía en ella. Hizo algunas apariciones bailando en televisión tal como lo ansiaba e incluso recibió su primer cheque de pago. Sin embargo, la felicidad no duró mucho. Por una curiosidad muy propia de su personalidad, Maricarmen decidió recoger por si misma su segundo pago. Subió al piso donde se encontraba la administración que le generaba mucha expectativa por los altos ejecutivos que en ella se encontraban y solicitó su cheque. Ahí empezaron los problemas.
La secretaria llamaba a cada una de las bailarinas y ella esperaba mirándolo todo porque era una experiencia increíble a sus cortos 16 años de edad. De pronto, se acercó: “señorita, yo soy Maricarmen Marín”. Pero su nombre no aparecía entre las boletas. Hasta que recordó que la remuneración estaba a nombre de su mamá y le dijo a la secretaria, “es que yo soy menor de edad y mi mamá me está prestando los recibos por honorarios”.
Luego de hacer algunas consultas le entregaron su cheque con un sentido mensaje. “Mamita lo siento, no puedes trabajar aquí”, recuerda. Para Maricarmen era inverosímil. “No puede ser, el productor ya me dijo que ya”, replicó. Pero la decisión estaba tomada, el canal no podía contratar menores de edad. “No, porque no es orden del productor, es orden de la gerencia que no pueden trabajar menores de edad”.
La desilusión fue inmensa. “Me duró meses el llanto”, agrega la ex jurado de Yo Soy. Y es que su entrega para lograr obtener ese puesto había sido inútil.
Cuando una puerta se cierra, Agua bella se abre
Dentro de sus confesiones en #Dilo, Maricarmen Marín expresó el infinito valor de la guía de su madre en su proceso de crecimiento como persona. Cuando la despidieron de La movida de los sábados, la cantante recibió una frase de su madre que le generó mucha confusión. “Me dijo: Maricarmen, no siempre cuando uno hace las cosas bien, salen las cosas bien”, recordó.
Una persona tan esforzada y responsable como ella, no podía entender cómo “hacer las cosas bien” no era una garantía de que todo saliera bien. “Con el tiempo aprendí que las cosas no siempre dependen de ti”, señala. “No por eso vas a dejar de dar tu 100%”, porque, en su experiencia, entregarse por completo a una labor de todas maneras trae buenos resultados.
Así le sucedió cuando, luego de ser separada de su primer trabajo, fue convocada a la agrupación musical Agua Bella, el trampolín que la catapultaría en la cumbia y el corazón de los peruanos. “De ese 100% que yo le puse a mi primera trabajo, me vieron de Agua Bella y me dijeron, de frente, Maricarmen queremos que tú seas”, agrega emotiva.
Mira el programa completo de #Dilo con Jannina Bejarano para El Comercio.