Pamela Díaz
Cuando me llamaron a decirme que había sido seleccionada al trabajo que había postulado y que me acerque a firmar mi contrato, solo quería llegar a casa y celebrarlo. Pero la alegría me duró apenas unos segundos, pues me di cuenta de que aún tenía un importante paso que dar: renunciar a mi trabajo actual.
Acercarte a tu jefe directo y decirle que dejas el puesto y la compañía por una nueva oportunidad laboral, no es una conversación sencilla y puede parecerse un poco al momento de romper con un novio cuando ya estás con otro. Sin embargo, es necesario que se haga con la mayor claridad, transparencia y sobre todo comprender que la manera en que nos retiremos de la empresa, será como seremos recordados por nuestros jefes, pares, colegas y hasta el equipo que tenemos a cargo.
Ante todo, debes tomarte las cosas con calma y saber qué hacer, pues renunciar a un puesto de trabajo hoy en día, no significa que en el futuro no vayas a encontrarte con compañeros o jefes antiguos en otro tipo de relaciones empresariales-la vida da muchas vueltas–, y para que ese vínculo pasado se pueda mantener y ayudarte más adelante, es recomendable cumplir con los siguientes pasos:
Solicita una reunión con tu jefe directo
Enfoca tu renuncia a una decisión personal y evita cualquier reproche que tengas sobre tu empleador. Esta conversación marcará tu salida de la empresa y es mejor cerrar este capítulo de la manera más protocolar. Si consideras que tienes feedback que de todas maneras te gustaría compartir: sugerencias de mejora, críticas constructivas, etcétera, solicita una reunión luego de tu salida para que sea en un momento más neutral y sin presión. Es aconsejable preparar una carta formal de renuncia y entregarla al jefe inmediato, es mejor si son dos copias para que guardes una (que firme cargo de recepción) y puedas tenerla contigo.
Si firmaste algún acuerdo de permanencia a cambio de un convenio (maestría, auto, préstamo), debes conversarlo para cumplir con lo acordado, a fin de cuentas es una negociación donde la empresa apostó por ti y debes agradecerlo.
Si en tu próximo trabajo te necesitan de forma inmediata, puedes solicitar la exoneración de los 30 días que indica la ley, o en todo caso, expresando el último día de trabajo en tu carta de renuncia, coordinado con tu jefe directo.
Sé sincera
Si las empresas compiten entre sí o están relacionadas de alguna manera, el momento en que renuncias debería ser tu último día de trabajo, dado que existiría conflicto de intereses por la información que manejas. Es por ello que debes entender que no hay permisibilidad por parte de tu jefe directo sobre tu estancia en la compañía.
Bettina Bazán –Gerenta comercial del Bussines Tower Hotel, BTH– nos comenta que el peor error que puede cometerse es mentir y mantener en reserva que estás próxima a incorporarte a una empresa de la competencia. Este tipo de información vuela y cae muy mal cuando tu jefe se entera por alguien más que ya tienes otro trabajo. Por ello, Bazán sugiere evitar comunicar tu cambio laboral a tus colegas antes de informar a tu empresa.
Sé prudente con la noticia
Luego de reunirte con tu jefe directo, puedes contárselo a tus colegas o personal a cargo, siempre recordando que ellos aún se quedan en la compañía y tu salida no puede desmotivarlos o desenfocarlos, porque de lo contrario tu estancia empezaría a generar molestias en el equipo.
Documenta tus funciones principales y enlista los pendientes
Si la empresa tiene un perfil detallado de tu puesto o en algún momento documentó tus funciones, ¡enhorabuena! Pero a menudo las actividades y responsabilidades no están detalladas por escrito. Es momento de demostrar tu conocimiento y experiencia para que puedas hacer un breve manual sobre tu trabajo (funciones, responsabilidades, a quién reportas, entregables por enviar, cronogramas, etc.). Esto será una excelente señal de tu profesionalismo y compromiso.
Quien te reemplace tendrá una curva de aprendizaje muy corta: pregúntate qué te tomó más tiempo aprender cuando iniciaste en ese puesto y ayúdala. Sobre todo si tienes pendientes por realizar, entregarlos de manera documentada será muy valorado por tu empresa.
Prepara a tu reemplazo
Si la persona que va a encargarse de tus funciones llega en los próximos días, recuerda que tú serás la imagen y modelo a seguir. No guardes nada de información y compártele todo. Muéstrale cómo has venido trabajando los últimos meses o años para guardar una continuidad y que pueda adaptarse cuanto antes.
Trabaja los últimos días como si fueran los primeros
Aunque sea tu última semana de trabajo, esfuérzate como al principio. No dejes de lado los proyectos que tenías ni incumplas con los horarios o las normas de la empresa. Todo suma, ya sea en el corto o largo plazo.
Recuerda, los últimos días en tu posición y la forma como abandones tu empresa será como te recordarán tus compañeros. Independientemente de lo que hayas vivido durante tu estancia, ¡sé una profesional hasta el final y sal por la puerta grande!