Maritza Noriega
Los compañeros de universidad de Ysabel Correa nunca la habían escuchado cantar cuando la invitaron al ensayo de una banda de reggae. Hoy, ella supone que se dejaron llevar por su ‘look’ a lo «Spice Girls y Beyoncé». Aquella experiencia de la estudiante de Comunicación de la San Martín de Porres resultó un parteaguas. Ysabel, que había crecido escuchando a Michael y Janet Jackson, Mary J. Blige, Faith Evans, La Fania y la Sonora Matancera se sorprendió al sentir que se identificaba con esa música y esas letras. La defensa de los derechos humanos, la herencia afro… todo era nuevo y fantástico también. Se le abrió un mundo del que no sabía, pero en donde se reconoció. Empezó a cantar en castellano, a musicalizar las historias de las mujeres afroperuanas y sus luchas. Tal vez inspirada en la historia de su abuela paterna, que se escapó de su casa en Cañete, porque su familia la maltrataba por ser «la más oscura».
Entonces Ysabel se dejó unos dreads larguísimos y un día, cuando ya estaba bien afianzada en sus raíces negras, había grabado dos discos y colaboraba con la mesa de trabajo afroperuana del Congreso de la República, quiso también reivindicar su herencia andina.
Fue así como, en el 2013, editó su disco: «Afroandina», como una forma de honrar las dos culturas en las que había vivido a través del cajón y vientos andinos. Quería distinguirse artísticamente, deseaba que la identifiquen como peruana en el mercado del reggae internacional. «Hice una gira por México, donde el mercado para este género es más grande, y mi música comenzó a escucharse en las radios mexicanas, en España, en Argentina y en otros países», comenta la cantante cuyo nombre artístico es Ysabel Omega.
Ella es pionera en el género reggae en Latinoamérica. Pero ya no es la única. «Recién están saliendo unas chicas a cantar reggae y yo les hago porras, porque solita no puedo estar. Para que este género crezca en el Perú, necesito que me acompañen», dice Ysabel, quien disfruta escribiendo sus canciones y llevando su mensaje a través del canto.