Si tu perro tiene más de 7 años, y empiezas a notar que presenta comportamientos extraños, como desorientación en la casa o en la calle, y cambios en su interacción social, posiblemente tiene demencia senil.
Sí, los engreídos de ‘cuatro patas’ también pueden presentar deterioro cognitivo y, por eso, los dueños deben estar al tanto de cómo se manifiestan los síntomas, y qué pueden hacer para ayudarlos.
En ese contexto, conversamos con la veterinaria Talia Salas de la Clínica Vetalia, quien nos orientó más acerca del tema.
¿A partir de qué edad los perros manifiestan demencia senil?
A partir de los 7 años, los perros son considerados adultos mayores y, a partir de esa edad, enfermedades asociadas con la edad pueden empezar a aparecer. La edad promedio de aparición de demencia senil, o también conocida como disfunción cognitiva canina, es en promedio 9 años.
A mayor edad, más probabilidades de sufrir de demencia senil. Y es que, un tercio de los perros entre 11 y 12 años, sufren de demencia senil. Por lo cual es importante estar muy atentos a cualquier cambio en nuestras mascotas a partir de los 7 años.
¿Cómo puedo saber si mi mascota tiene demencia senil? ¿Cuáles son los síntomas principales?
Una mascota con demencia senil presenta una serie de signos clínicos y comportamientos de acuerdo al grado de demencia senil. Sin embargo, varios signos clínicos pueden ser confundidos con otros problemas o enfermedades, por lo cual es importante que estén al día en sus controles médicos. Los principales signos clínicos son:
- Desorientación espacial o temporal: se pierden en lugares conocidos, se quedan mirando el vacío, se chocan con objetos, o piden constantemente ir al “baño”.
- Cambios en la interacción social (con familiares, visitas y otras mascotas): se vuelven más ansiosos, más dependientes y apegados al dueño, más necesitados, y hasta pueden volverse un poco agresivos (ya no dan la bienvenida a visitas).
- Cambios en el ciclo despierto-dormido: duermen más de día, y en la noche están despiertos caminando, llorando o, inclusive, ladrando (alteración del ritmo circadiano).
- Orinar o defecar dentro de casa: hacen deposiciones dentro de casa por olvidarse de pedir salir al “baño”. Hay que diferenciarlo de incontinencia o problemas urinarios.
- Disminución o cambios en los niveles de actividad: caminan sin sentido o propósito, hay lamido excesivo, y menos entusiasmo para salir a pasear jugar o comer. Pueden presentar movimientos repetitivos o constantes sin parar.
- Ansiedad: presentan comportamientos que busquen atención del propietario, así como ansiedad por separación, y miedo a personas o lugares conocidos.
- Aprendizaje y memoria: se olvidan comportamientos aprendidos previamente, o hay menor respuesta a comandos conocidos, y dificultad para adaptarse a los cambios.
- Dificultad para comer o tomar agua: no pueden encontrar o ubicar sus platos.
Las mascotas con demencia senil pueden presentar algunos o todos los signos clínicos arriba mencionados.
¿Qué cambios debo hacer en la rutina de mi mascota si tiene demencia senil?
Si ya hemos descartado cualquier otro problema de salud, y confirmamos que nuestra mascota tiene demencia senil, lo mas importante es tener paciencia. Es importante entender que los comportamientos o las cosas que hacen no son su culpa y que no lo hacen a propósito: castigarlos no hará nada más que aumentar su estrés y ansiedad. Aquí algunos consejos:
- Asegúrate que tu perro siempre encuentre sus platos de agua y comida, y su cama: evita moverlos o cambiarlos de posición. Evita mover los muebles de casa o añadir nuevos que puedan desorientar a tu perro y generarle mayor ansiedad.
- Mantén la actividad mental: puedes usar alfombras olfativas para estimular el forrajeo, reforzar los trucos y comandas ya enseñadas, y esconder premios en ambientes para que sean buscados. Es importante que estas actividades sean cortas y simples para evitar el agotamiento o frustración por no poder encontrar los premios.
- Mantén una rutina constante: esto evitará empeorar la desorientación y ansiedad que sufren los perros con demencia senil. Además, es importante que tu perro se ejercite en la medida de lo posible. Realizar caminatas suaves y pausadas ayudará a su bienestar general.
- Ponle una placa de identificación: la demencia senil causa desorientación y confusión. Por eso, es de suma importancia tener a nuestros perros con sus placas de identificación, ya que pueden perderse.
Hay que tener en cuenta que la demencia senil es una condición progresiva: no se puede predecir la evolución y la familia tiene que ser consiente de esto.
¿La alimentación debe seguir siendo la misma? ¿Se sugieren suplementos?
La alimentación es muy importante en cualquier problema de salud. Si nuestro perro sufre de demencia senil es un perro adulto mayor, y debe comer una comida apropiada para su edad. Puede tener problemas dentales asociados a la edad y, por ello, puede que sea difícil comer pellets, por lo cual remojarlos es una buena opción.
Los suplementos también son necesarios, ya que los antioxidantes ayudan a retrasar o revertir los procesos oxidativos que dañan el cerebro. Fuentes de ácidos grasos omega 3, EPA y DHA son vitales como soporte nutricional para el cerebro.
Agregar insumos como espinaca y arándanos a la alimentación aportan grandes cantidades de antioxidantes. Así como vitamina C, vitamina E, selenio, l-carnitina, ácido alfa-lipoico, flavonoides y carotenoides (una serie de antioxidantes que se pueden encontrar en alimentos).
¿Qué tratamientos existen para tratar la demencia senil en perros?
Los tratamientos que existen son orientados a disminuir los signos clínicos y evitar el progreso rápido de la enfermedad, pero hay que tener en cuenta que es una enfermedad degenerativa y no tiene cura. Los tratamientos se basan en antidepresivos, ansiolíticos, melatonina, fármacos que incrementan la perfusión de la sangre en el cerebro, así como vitaminas y suplementos.
Para iniciar un tratamiento para demencia senil, primero debe haber sido descartado cualquier otro problema de salud mediante un chequeo general. En Vetalia contamos con un paquete de chequeo preventivo para mascotas mayores de 7 años: incluye los servicios de consulta médica, ecografía abdominal, medición de glucosa, examen de orina, perfil hepático renal de sangre, rayos X de tórax en 2 vistas, entre otros exámenes más.
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