HÉCTOR VILLALOBOS
Hace dos días, cuando elcomercio.pe dio a conocer de la existencia de un video que registraba una reunión entre representantes del Movadef y el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, la Cancillería emitió un comunicado en el que rechazaba las actividades de esa agrupación en Argentina. Sin embargo, quien parece que no las rechaza mucho es el embajador del Perú en este país, Nicolás Lynch.
En un audio del 11 de marzo de este año, Lynch admite que recibió a una delegación de ocho o nueve personas pertenecientes a ese grupo prosenderista, nada menos que en nuestra propia sede diplomática.
“La primera cuestión es que la embajada es la casa de los peruanos. Todas las marchas que se han acercado a la embajada las he hecho pasar, me he sentado a conversar con ellos. Vinieron los señores del Movadef, los hice pasar, me senté a conversar con ellos, me dieron su reclamo. Vinieron los señores ambientalistas que tenían un pronunciamiento sobre Conga, los hice pasar, conversé con ellos y estuvimos cuarenta minutos en mi despacho”, señaló Lynch en una entrevista con radio Máster de Argentina.
Según afirma Lynch en el diálogo, el Ministerio de Relaciones Exteriores estaría al tanto de este encuentro. “No eran muchos, yo los recibí, eran peruanos, les recibí su papel, les firmé un cargo y lo remití a Lima, oiga usted. Igual hice con el tema de Conga. Creo que yo no estoy acá para juzgarlos, yo estoy acá para recibirlos e informar a la Cancillería”, manifiesta.
En palabras del propio Lynch, el Movadef está “en la lucha” por la legalización de Sendero Luminoso como partido político.
Sobre la marcha que hicieron los manifestantes anti Conga hacia la embajada, sostuvo que se trata de una señal de salud democrática y añadió que le parecía bien que esas personas hagan algo por los demás en lugar de dedicarse a tener una tarde de descanso.
La nota que envió la Cancillería hace dos días informaba que Lynch había sostenido coordinaciones directas con la Ministra de Seguridad de Argentina, Nilda Garré, en las que le transmitió el rechazo del Gobierno a las actividades del Movadef en ese país.
Es decir, el Gobierno los rechaza pero el embajador los recibe.