Si bien no existen candidatos oficiales, a continuación sigue la lista de papabili, los papables o potenciales pontífices, que suenan fuerte en el Vaticano.
Ellos son los candidatos que se encuentran en el bolo para reemplazar a Benedicto XVI tras su renuncia, anunciada esta mañana. El cónclave de 120 cardenales se encargará de elegir al sucesor de Joseph Ratzinger.
La lista es alfabética, no en orden de sus posibilidades, y probablemente cambie entre hoy y el momento en que se celebre el cónclave en marzo.
Joao Braz de Aviz (Brasil, 65 años) llevó un aire fresco al departamento vaticano de congregaciones religiosas cuando asumió en el 2011. Apoya la preferencia por los pobres en la teología para la liberación latinoamericana, pero no los excesos de sus impulsores. Su perfil bajo podría jugarle en contra.
Timothy Dolan (EE.UU., 62 años) se convirtió en la voz del catolicismo estadounidense tras ser nombrado arzobispo de Nueva York en el 2009. Su humor y su dinamismo han impresionado al Vaticano, donde suelen faltar esas características. Pero los cardenales son cautos ante un Papa de una superpotencia y su estilo efusivo podría ser demasiado estadounidense para algunos.
Marc Ouellet (Canadá, 68 años) es en la práctica el principal director de personal del Vaticano como jefe de la Congregación de Obispos. Alguna vez dijo que convertirse en Papa sería una pesadilla. Aunque está bien conectado, el laicismo amplio de su Quebec natal podría resultarle un punto negativo.
Gianfranco Ravasi (Italia, 70 años) ha sido ministro de Cultura del Vaticano desde el 2007 y representa a la Iglesia en los mundos de las artes, la ciencia, la cultura e incluso ante los ateos. Este perfil podría perjudicarlo si los cardenales deciden que requieren a un pastor experimentado más que otro profesor como Papa.
Leonardo Sandri (Argentina, 69 años) es una figura transatlántica, nacido en Buenos Aires de padres italianos. Tuvo el tercer puesto en importancia en el Vaticano como su jefe de gabinete entre el 2000 y el 2007. Pero carece de experiencia pastoral y su labor supervisando a las iglesias orientales no es una posición de poder en Roma.
Odilo Pedro Scherer (Brasilia, 63 años) se ubica como el candidato latinoamericano más fuerte. Arzobispo de Sao Paulo, la mayor diócesis en el mayor país católico, es conservador en su nación, pero en otras partes resultaría moderado. El rápido crecimiento de las iglesias protestantes en Brasil podría no beneficiarlo.
Christoph Schoenborn(Austria, 67 años) es un ex estudiante del Papa Benedicto XVI con un acercamiento pastoral que el pontífice no tiene. El arzobispo de Viena figura como papable desde que editó el catecismo de la Iglesia en la década de 1990. Pero algunas posturas cautelosas en materia de reformas y el fuerte disenso de parte de algunos clérigos austríacos no lo favorecen.
Angelo Scola(Italia, 71 años) es un arzobispo de Milán, una plataforma para el papado, y es la principal apuesta de muchos italianos. Experto en bioética, también conoce el Islam como responsable de una fundación para promover el entendimiento entre cristianos y musulmanes. Su densa oratoria podría alejar a los cardenales que busquen un comunicador carismático.
Luis Tagle (Filipinas, 55 años) tiene un carisma que se suele comparar con el del fallecido Juan Pablo II. También es un colaborador estrecho de Benedicto XVI luego de trabajar con él en la Comisión Teológica Internacional. Si bien tiene muchos partidarios, solo se convirtió en cardenal en el 2012 y los cónclaves son cautos frente a los candidatos jóvenes.
Peter Turkson (Ghana, 64 años) es el principal candidato africano. Jefe de la oficina de justicia y paz del Vaticano, es el portavoz de la conciencia social de la Iglesia y respalda la reforma financiera mundial. Mostró un video criticando a los musulmanes en un reciente sínodo vaticano, generando dudas sobre qué piensa del Islam.