Siria accedió el domingo a que inspectores de Naciones Unidas ingresen a al sitio de un supuesto ataque con armas químicas, aunque un funcionario estadounidense dijo que el ofrecimiento llegaba demasiado tarde para ser creíble.
Washington dice estar convencido de que el Gobierno de Damasco lanzó gases venenosos contra su propio pueblo.
Los comentarios de Estados Unidos parecían ser una señal de que una respuesta militar es ahora más probable. Un destacado senador estadounidense dijo que creía que el presidente Barack Obama pediría la autorización para usar la fuerza al Congreso cuando regrese de su receso el próximo mes.
La declaración se produce luego de aseveraciones de otras potencias de Occidente, incluyendo Gran Bretaña y Francia, respecto a que también creen que el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad, estuvo detrás del envenenamiento masivo con gas nervioso que mató a cientos de civiles esta semana.
Las potencias extranjeras han estado buscando una respuesta desde las muertes en el suburbio de Damasco, que de ser confirmadas serían el peor ataque con armas químicas en el mundo en 25 años.
Naciones Unidas dijo que Damasco había accedido a declarar un alto al fuego mientras un equipo de expertos de la organización acude al lugar para realizar inspecciones que comenzarán el lunes. Siria confirmó la información.