La tauromaquia, expresión cultural multitudinaria, también en Áncash, Perú
En decenas de ciudades ancashinas, enormes plazas, para más de 10 mil personas, se llenan hasta la bandera en todas las corridas.
PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI
Las plazas de toros en Áncash son enormes; probablemente, las más grandes del Perú. La semana pasada, domingo 11 de octubre, en Huari –Callejón de Conchucos− más de 13 mil personas abarrotaron su monumental coso taurino para apreciar la lidia de una corrida de la ganadería de San Pedro, a cargo de dos toreros españoles, Emilio Serna y Paco Torres Jerez, junto al peruano Carlos Ramírez ‘Morenito de Canta’. Al día siguiente, en la misma plaza, otro lleno hasta la bandera, para ver a los peruanos Juan Carlos Cubas y Alfonso de Lima, alternando con el español Octavio Chacón. El jueves 15, en la localidad vecina de San Marcos, en la festividad de la Virgen Peregrina “Mamá Pillicha”, 6 mil personas llenaron una plaza portátil para ver una corrida de Camponuevo, lidiada mano a mano, por Emilio Serna y el nacional Paco Céspedes, quienes salieron en hombros, tras cortar cuatro y dos orejas, respectivamente.
La afición taurina es notable en el Callejón de Conchucos, que corre paralelo al de Huaylas, detrás de la Cordillera Blanca. El marco natural, con los imponentes nevados tras los tendidos de los cosos, es impactante. Chavín −cuna de la civilización preinca− y Huari cuentan con dos enormes plazas de toros, para 10 y 13 mil espectadores, mientras que en San Marcos, se monta cada año una de las plazas portátiles más grandes que hay en el Perú. Pronto empezarán a construir una plaza firme que supere o se compare con la de sus vecinos, Huari y Chavín; es un anhelo de los sanmarquinos.
Pero en el Callejón de Huaylas hay también una gran afición por la tauromaquia y desde Cátac hasta Caraz, todas las ciudades celebran decenas de festejos taurinos. Sin ir más lejos, la semana pasada, a pesar de la gran cantidad de festejos taurinos en Conchucos, el martes 13 y el miércoles 14 de octubre, la plaza de Ticapampa –a una hora de Huaraz− también se llenó, a pesar de la fuerte lluvia, para ver a los peruanos Cubas y Céspedes, al español Torres Jerez y al venezolano Fabio Castañeda, ante toros de La Viña. Ticapampa es una de las más de 50 ciudades taurinas que existen en el Perú, declaradas como tales por acuerdo de su concejo municipal.
¿FÚTBOL O TOROS?
En el Perú se celebran más de 650 corridas de toros todos los años; en todo tipo de plazas; desde modestos ruedos para pocos miles de aficionados, hasta enormes cosos para más de 10 mil espectadores. Son muy pocos los departamentos del Perú donde no se organizan festejos taurinos, tanto en la costa, como en la sierra. Asisten, al menos a una corrida de toros cada año, alrededor de 2 millones y medio de peruanos; lo hacen en familia; abuelos, padres y nietos, que luego –con enorme respeto y hasta veneración− persiguen a los toreros y no los dejan salir de la plaza, para hacerse selfies con ellos.
No hay otro espectáculo en el Perú que congregue a tantos compatriotas; ni el fútbol se compara con la popularidad de la tauromaquia en nuestro país. El cine y el teatro, ni siquiera se le aproximan. Expresión cultural peruana, genuina y legítima.
LA CORRIDA DEL DÍA 11
Huari era una fiesta; celebraba a la “Virgen del Rosario”. Es capital de provincia, con algo menos de cuatro mil habitantes en la zona urbana, pero aquel día llegaron de los alrededores, localidades anexas y la serranía circundante, miles de personas que no querían perderse por nada del mundo sus corridas. En el coso no cabía ni un alfiler; los tendidos llenos de bote en bote y aparte de los 13 mil espectadores sentados, muchos tuvieron que ver la corrida de pie. Los toros de San Pedro, bien presentados y bonitos de tipo, no dieron el juego que sus hechuras presagiaban. Por su poca raza y quizá también por los 3,200 msnm de Huari, duraron muy poco; pronto se aplomaron y obligaron a los diestros a poner todo de su parte para sacarles faena; los tres estuvieron por encima del ganado.
Emilio Serna estuvo valiente y decidido con el peor lote. Aprovechó parcialmente al toro más serio de la corrida, el colorado que abrió plaza, y le cortó la oreja al cuarto. Torres Jerez, que torea muy bien, pero mata muy mal y no anda sobrado de valor, cortó una oreja, mientras que Morenito de Canta solo pudo mostrar un toreo bullidor, pero poco profundo.
TAUROMAQUIA: CULTURA AUTÓCTONA
No es un espectáculo foráneo, tras 500 años es ya nacional
Hace casi 500 años los toros llegaron al Perú. Como lo cuenta, de forma muy gráfica el Inca Garcilaso de la Vega, esos primeros toros maravillaron a los pobladores de estas tierras. Sin saber porqué atraían a los españoles, asociaron su fuerza y fecundidad con la tierra y su hábitat. Crearon una representación en barro –el toro de Pucará− y lo enterraban en los campos recién sembrados, para las buenas cosechas, y lo colocaban en los tejados recién construidos, para darles solidez y resistencia.
En el Perú, la tauromaquia se desarrolló independientemente de como se practicaba en España y recién en el siglo XIX, ambas se reencontraron, unificándose el rito taurómaco. Equivocado, por tanto, quien pensase que es celebración foránea injertada en nuestro país. Es tan peruana como la papa y el choclo serrano.
La Comisión de Justicia del Congreso, que preside el congresista arequipeño Juan Carlos Eguren, ha redactado un predictamen de ley de protección de mascotas, que no exceptúa expresamente manifestaciones culturales como la tauromaquia y las peleas de toros de Arequipa. Ojo, los toros bravos no son mascotas. Ya sabe Eguren, pues conversamos con él el sábado 17 de octubre, que la propuesta de su comisión enervará a los alcaldes de decenas de ciudades arequipeñas, muchas de las cuales, como Viraco y Alca, se han declarado “ciudades taurinas”.
HASTA EL PRÓXIMO DÍA DOMINGO 25 DE OCTUBRE SE PODRÁN COMPRAR ABONOS PARA LA FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS
Comprar un abono o entradas sueltas, implica una gran diferencia en la inversión total de los aficionados para la feria.
Solo hasta el próximo domingo, 25 de octubre, se podrán adquirir abonos para la Feria del Señor de los Milagros. Los seis carteles de la feria están muy bien compuestos. Resulta imposible elegir uno solo, para aquellos que en años anteriores escogían solo una de las corridas.
Los toros para la feria serán españoles, lo que le confiere un enorme interés. Serán importados, excepto para la última −mano a mano entre Ponce y Andrés Roca Rey, el 29 de noviembre−, que será con los de Roberto Puga y la novillada en solitario de Santa Rosa, la víspera, que lidiará Joaquín Galdós. Ganado español de Zalduendo, legendarios y terroríficos Miura, santacolomas de La Quinta y los de Daniel Ruiz, le darán al serial morado un cariz muy especial y un enorme interés.
Morante de la Puebla, torero único por su arte. Alejandro Talavante, en su mejor momento artístico; anteayer cuajó una faena memorable en Zaragoza. López Simón, revelación este año en España, con tres salidas en hombros en Madrid. Perera, Castella, Urdiales y Luque y el torero que hoy maravilla a España, el peruano Andrés Roca Rey, constituyen un estupendo cartel de toreros.
Adquirir entradas sueltas, en vez de abonos, representará un costo de alrededor de 55% adicional para los aficionados. Gasto adicional absurdo, si no es posible perderse ninguno de los festejos de la feria.