Alex Morgan, la heroína que lucha por la igualdad en el fútbol

Para entender la figura e influencia de Alex Morgan en el fútbol femenino hace falta ver más allá de un terreno de juego. La estadounidense no solo es una de las mejores futbolistas que el mundo nos ha dado, sino también es una atleta que entiende todo el contexto. Mientras nos regala jornadas inolvidables en un campo de juego como las del último martes en Francia (le dio la victoria a Estados Unidos por 2-1 para clasificar a la final del Mundial Femenino), fuera de ella lucha para que la desigualdad de género desaparezca.

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La zurda de oro de la selección de Estados Unidos está jugando su tercera Copa del Mundo. Con 30 años recién cumplidos ya acumula doce partidos mundialistas. Y con los del martes lleva nueve goles en el torneo, pero nunca ha tenido su Mundial. Esta vez, tras un auspicioso debut, confía en que su hora ha llegado.

Pero, más allá de sus logros con un balón, Morgan se ha erigido como la voz por la igualdad en el fútbol con especial impacto en Estados Unidos. El pasado 8 de marzo, Día de la Mujer, Alex y sus compañeras de la selección presentaron en un juzgado de Los Ángeles una denuncia contra la federación de fútbol de su país. ¿El motivo? Discriminación salarial. En el país norteamericano son más conocidas que el equipo masculino y han llevado más beneficios: tienen tres títulos mundiales absolutos (1991, 1999 y 2015) y un Sub 20, cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos (1996, 2004, 2008 y 2012) y el récord de audiencia de un partido de fútbol en el país. Es decir, han demostrado ser mejores que los hombres. Sin embargo, reciben un trato desigual.

La demanda argumenta que, mientras los futbolistas del elenco masculino reciben un salario por partido entre cinco mil y 17 mil dólares (dependiendo del rival), esta paga no es ofrecida a las mujeres. Ellas no cobran empates ni derrotas, solo lo hacen si logran vencer a equipos clasificados entre los diez primeros del ranking de la FIFA.

“En algún momento hay que plantarse”, decía Morgan en una entrevista a la prestigiosa revista “Time” el pasado 3 de junio. Ella salió en la portada. Abanderada de una lucha por el cambio. “¿Cómo puede ser que hayamos tenido que luchar todo este tiempo, año tras año?”, se preguntaba iracunda. Alex sabe que Estados Unidos es favorito a llevarse el Mundial. Y desde ya dijo que si la ganan, y el presidente Donald Trump las invita a la Casa Blanca, ella no irá, al igual que su compañera Megan Rapione.

Su demanda se convirtió en un debate público en Estados Unidos. Ha conseguido que figuras públicas se unan a ella. Actrices como Natalie Portman, Jessica Chastain o Eva Longoria acudieron a un partido de la selección en abril pasado vistiendo una camiseta con el eslogan “Time up pay up”, reclamando el aumento salarial para el equipo femenino. “Tenemos que hacer más en general: tenemos que ser atletas, tenemos que ser un modelo de conducta, tenemos que liderar el camino para la próxima generación”, dijo Morgan a “Time”.

Alexandra empezó a jugar al fútbol recién a los 14 años. Pero siempre tuvo el talento en sus pies. Y también el ADN competitivo. “Quería ganar a los niños en todo”, confesó en alguna oportunidad. Su ascenso en el deporte rey fue meteórico. A los 17, tres años después de tocar un balón, ya estaba jugando un Mundial Sub 20 con su selección. Y así como fue siendo reconocida una de las mejores futbolistas en la historia y pertenecer a la lista de las cien personas más influyentes en el mundo, Alex empezó su lucha por acabar con el sexismo que persigue a las mujeres que deciden jugar al fútbol.

La delantera que lleva 107 goles y 43 asistencias en 164 partidos con Estados Unidos fue una de las caras visibles de la campaña de ámbito nacional “Play like a girl” (juega como una chica). Su compromiso social trasciende del activismo feminista. En el 2017 fue una de las primeras firmantes de la iniciativa liderada por el futbolista español Juan Mata. El volante encabezó un proyecto solidario que pide a los jugadores que se adhieran a él, que donen el 1% de su sueldo a causas benéficas. Si tenemos en cuenta del salario que perciben, el monto es considerable.

Alex Morgan, al igual que Michael Jordan, tiene su propia película llamada “Alex y yo”. La estadounidense ha llevado a su país a una nueva final en Francia, pero fuera de las canchas ya hizo historia. En tiempos donde están de moda los superhéroes, ella, sin poder alguno más que la destreza con el balón, es la heroína del fútbol que lucha por la igualdad. Y también tiene tiempo para hacer goles.