Estados Unidos, tres veces campeón del mundo, defenderá la corona en Francia. (Foto: AFP)
Estados Unidos, tres veces campeón del mundo, defenderá la corona en Francia. (Foto: AFP)
Marco Quilca León

El primer se jugó en 1991, en China, con solo doce selecciones participantes (Brasil representó a Sudamérica). Los partidos duraban 80 minutos (40 cada uno). Las campeonas alemanas recibieron como premio un juego de café. En esa época que una mujer domine un balón con los pies no era tomado muy en serio. 28 años después, en Francia, se está celebrando la octava edición del torneo –ayer se inauguró con la goleada de la anfitriona (4-0) sobre Corea del Sur–. Una Copa del Mundo que va más allá de los campos de juego, una que sirve para luchar por la igualdad de condiciones. Y se están dando. De a pocos, pero ahí va. Ahora son 24 equipos (aún falta para igualar a la rama masculina que alberga a 32 países), pero en los últimos años el deporte rey, de la mano con las mujeres, ha evolucionado a pasos agigantados.

“Dare to shine” es el slogan que la FIFA escogió para el torneo. Su significado en español es “atrévete a brillar”. Pero va más allá. El mensaje no solo es para las futbolistas profesionales, sino para todas las mujeres en el mundo que aún viven sumergidas en los prejuicios. Atrévete, libérate de los estereotipos, vive sin miedo a nada, disfruta haciendo lo que más te gusta (y si es jugando al fútbol, adelante). Porque, a pesar de los pensamientos retrógradas que aún existen, las chicas también juegas, y lo hacen muy bien. Como dicen las futbolistas de la selección alemana en un anuncio publicitario: no tienen pelotas, pero saben cómo usarlas.

Con este lema despidieron a la selección chilena de fútbol femenino que disputará por primera vez un Mundial. (Foto: AP)
Con este lema despidieron a la selección chilena de fútbol femenino que disputará por primera vez un Mundial. (Foto: AP)

La historia del balón y las mujeres ha sido de constantes luchas. Y muchas decepciones. Ada Hegerberg, actual Balón de Oro, renunció a jugar este Mundial por discriminación. En el 2017 anunció que no acudiría a la cita en Francia si no se igualaban las condiciones con las que compiten en la rama masculina: dinero, infraestructuras, planificación, etc. La selección de Estados Unidos, que en el 2015 exigió que la Copa del Mundo de Canadá se juegue en césped natural –algo que no ocurrió-, denunció ante un juzgado de Los Ángeles que sus jugadoras sufrían discriminación por parte de su federación. Les pagan menos que a los hombres a pesar de que ellas han ganado tres mundiales y mueven más audiencia en su país.

Las alemanas, ocho veces campeonas de Europa y una del Mundial, dicen que juegan por una nación que ni siquiera se sabe sus nombres y que desde que empezaron con el fútbol tuvieron dos rivales al frente: un equipo y los prejuicios. Las chilenas, clasificas por primera vez al torneo, se despidieron a estadio lleno con el lema “sueldos, salud y equipamiento para que el fútbol femenino siga creciendo”. Las italianas que jugarán el campeonato más importante a nivel de selecciones (algo que no hizo el equipo masculino en Rusia 2018) tienen que aguantar comentarios como el de Fulvio Callovati, campeón mundial en 1982, quien dijo que cuando escucha a una mujer hablar de táctica se le revolvía el estómago. El equipo sudafricano quizá es uno de los pocos –o el único- que presume de medidas igualitarias. Su equipo femenino, debutante mundialista en Francia, recibirá los mismos premios por objetivo que el de los hombres.

Esta es la buena campaña publicitaria de la selección alemana.

En Francia, las futbolistas que consigan el trono cambiarán el juego de café como premio por cuatro millones de dólares. Se estrenará el VAR. El torneo completo se emitirá en 135 países y alcanzará a un millón de personas. La FIFA destinó 50 millones de dólares y, por primera vez, se compensará a los clubes por la cesión de jugadoras. El país anfitrión invirtió 70 millones de dólares. Sí, el fútbol femenino aún está muy por detrás del masculino, pero en Francia las mujeres serán las dueñas del balón. Su hora ha llegado.

-Las estrellas a seguir-

Es cierto que Ada Herberger no estará presente en la mayor fiesta de fútbol femenino, pero hay otras futbolistas que merecen la atención debida de la crítica. A continuación presentaremos algunas de las figuras que estarán presentes en Francia. 

Alex Morgan (Estados Unidos): La conocidísima futbolista norteamericana ya ha superado los cien tantos con su selección. Jugó la Champions League con el Olympique de Lyon, pero no terminó la temporada con el equipo francés. Actualmente defiende los colores del Orlando Pride de la National Women's Soccer League. Es una de las pilares de su combinado patrio. 

Marta (Brasil): La legendaria jugadora del cuadro brasileño se enfrenta a un nuevo reto mundialista. Su talento con el balón la han ayudado a conseguir muchos éxitos individuales, pero no ha podido tocar la gloria con su país. Fue subcampeona Mundial en el 2007 y medalla de plata en los Juegos Olímpicos Atenas 2004 y Pekin 2008. 

Mana Iwabuchi (Japón): En el 2011, Japón ganó el Mundial sorprendiendo al mundo entero. En ese equipo, Mana era una de las figuras. La delantera del INAC Kobe Leonessa fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y subcampeona en el último Mundial que se desarrolló en Canadá. 

Wendie Renard (Francia):  Considerada la mejor defensa del mundo, la capitana del Olympique de Lyon llega al Mundial como campeona de la última Champions League. Su imponente figura y su gran capacidad para defender la han convertido en un modelo a seguir en el fútbol femenino de su país. 

Almuth Schult (Alemania): Para muchos la mejor en su posición. Con la tranquilidad que genera en la portería, la selección alemana espera forjar un camino hacia su segundo título mundial.

Asisat Oshoala (Nigeria): Es una de las figuras del fútbol femenino en África. Actualmente en el Barcelona, la delantera de la selección nigeriana espera conducir a su país a las semifinales del torneo, donde nunca ha llegado una selección africana.

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