Se deteriora el Índice de Confianza del Consumidor de Apoyo
Se deteriora el Índice de Confianza del Consumidor de Apoyo

Luego de haber estado en territorio neutral en febrero, el elaborado por Apoyo Consultoría pasó al tramo pesimista el mes pasado. Así, el indicador llegó a uno de los niveles más bajos en los últimos seis años. 

“Esta caída se dio incluso antes de que se intensificara el impacto de en la capital –la encuesta se realizó en Lima entre el 14 y 16 de marzo–, por lo que no recoge completamente el impacto negativo que este ha generado”, advierte Raúl F. Jacob, analista de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría.

Este resultado se traduce en que las familias pospongan sus decisiones de consumo y da cuenta de un mercado laboral frío, agrega el especialista. Añade que si bien las expectativas de la situación económica de las familias hacia el futuro aún se encuentran en el tramo positivo, la tendencia se mantiene a la baja desde hace tres meses.

LOS FACTORES
La caída se explica, principalmente, por el deterioro del indicador de empleo. Así, el 37% de los encuestados percibió una mayor dificultad para acceder a un puesto de trabajo que hace 12 meses.

Normalmente, en este indicador los niveles socioeconómicos (NSE) A y B suelen tener una mejor percepción sobre la facilidad para encontrar empleo. Sin embargo, detalla Jacob, este mes su percepción se ha acercado a la de los NSE C, D y E.

Otro de los factores que impactó en el deterioro del índice es que los hogares siguen percibiendo incrementos en los precios. “Al igual que en los últimos tres meses, alrededor del 30% de las familias manifestó percibir alzas considerables en los precios respecto de hace un año. Este porcentaje es relativamente alto y, de hecho, duplica el promedio de los últimos 10 años”, subraya Jacob. A esto se suma que la interrupción de las vías por las lluvias y huaicos generó un alza en los precios de los alimentos.

DESACELERACIÓN
El resultado del índice de marzo resulta preocupante, afirma Jacobs, y las perspectivas para abril no son muy alentadoras. Esto ya que el impacto de El Niño costero en las últimas semanas probablemente haya intensificado la caída.

Además, el especialista recuerda que la demanda interna se viene desacelerando desde fines del año pasado, factor esencial para dinamizar las ventas locales de las empresas y ‘driver’ central en la toma de decisión para realizar nuevas inversiones.

También, como consecuencia de las lluvias, muchas familias han perdido activos como casas o herramientas de trabajo. Esto tendrá un efecto en la , pues las decisiones de consumo de estas familias se orientarán a reponer activos básicos, afirma Jacob.

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