PPK en #NiUnaMenos: "No queremos violencia contra nadie" - 1
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La histórica marcha del día sábado es, en su versión más indignada, una herida que nos duele hace mucho y profundamente como sociedad. El maltrato a la mujer también afecta a nuestras familias, el cáncer de la  violencia nos enferma a todos. Tras el #13A, queda ocuparnos de que este tema no desaparezca de la agenda de la sociedad.


Pero hay también otras situaciones que deben despertar nuestra atención pues, para lograr justicia e igualdad, combatir la violencia no es el único paso a dar. Si bien hombres y mujeres somos iguales ante la ley, esto no se refleja en el día a día. Las estadísticas lo demuestran. Las siguientes son cifras de “Brechas de Género 2015: Avances hacia la igualdad de mujeres y hombres” (Inei), documento que nos permite ver la realidad:


- El 31,9% de las mujeres (de 14 años a más) no tiene ingresos propios, la cifra es de 12,7% en el caso de los hombres. La diferencia es preocupante en el área rural:  47,0% de mujeres sin ingreso propio versus  13,6% de hombres.

- Las mujeres perciben el equivalente al 70,3% del ingreso laboral de los hombres. La brecha se incrementa para las mujeres con mayor educación, pues perciben solo el equivalente del 70,5% del ingreso laboral masculino.

- La mujer peruana trabaja en total 9 horas con 15 minutos a las semana más que el hombre dado que, a quienes tienen un trabajo remunerado se suma el no remunerado, es decir, atender su hogar (las mujeres dedican a la semana 23 horas con 34 minutos más que los hombres al trabajo doméstico). El Inei refiere que para “aliviar la carga de trabajo no remunerado de las mujeres se debe pensar en la importancia de modificar la organización social del cuidado”. 

- Las mujeres peruanas (de 15 años a más) estudian 9,9 años en promedio, mientras que los hombres del mismo grupo de edad, lo hacen durante 10,2 años.

- El analfabetismo afecta al 9,6% de las peruanas (de 15 años a más), cifra superior en tres veces a la de los hombres.

Así, el problema es de violencia y también de oportunidades. Se requiere de una solución que involucre, a la sociedad, el Estado y las empresas. Hay algunas de estas que dan el ejemplo, es el caso de Marriot Perú (lea la página 17). Esta es una larga lucha, que debe agradecer a valientes mujeres y que entiende que “la  desigualdad basada en el género es un obstáculo que enfrenta el desarrollo humano” (PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano, 2010).

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