¿Se puede digitalizar el mercado del tatuaje?

Fredrik Glimskär, un sueco muy tatuado con formación financiera y una carrera en publicidad digital, lanzó en 2016 el servicio de comparación y reservas online Inkbay, después de recibir 1,5 millones de coronas suecas (US$173.000) de la firma sueca Zenith. Habiendo conectado estudios de tatuajes en Estocolmo, Gotemburgo y Malmo, ahora tiene 4 millones de coronas adicionales de financiación para expandirse a Londres este verano, después vendrán Estados Unidos y Berlín.

En Estados Unidos, se estima que los tatuajes constituyen un mercado de US$1.000 millones según la firma de investigación IBIS World. En 2016, había alrededor de 38.879 negocios de tatuajes registrados en el país, donde el mercado creció un 13 por ciento entre 2011 y 2016. Una encuesta Harris publicada en 2016 reveló que 3 de cada 10 adultos estadounidenses tienen al menos un tatuaje, como sucede con casi la mitad de los ‘millennials’ estadounidenses. Otro estudio realizado por YouGov concluyó que 19 por ciento de los adultos británicos tienen al menos un tatuaje.

FREDIK GLIMSKÄR

Pese a ser lucrativo, el sector del tatuaje sigue fragmentado dado que los clientes buscan salones de tatuaje a través de recomendaciones personales y, cada vez más, de las redes sociales. La plataforma de Inkbay invita a los estudios a centralizar sus diseños permitiendo a los clientes reservar mediante una tarifa plana, en lugar de los típicos estudios que cobran normalmente una tarifa por hora en persona. 

El precio promedio pagado por un tatuaje en el sitio es de unas 250 libras (US$322). Inkbay se queda con el 15 por ciento, pagadero con tarjetas de crédito, algo poco común para el sistema de cobro exclusivamente en efectivo que predomina en la mayoría de los estudios.

"El sector del tatuaje se ha manejado siempre boca a boca", dijo Glimskär. 

Matt Lodder, profesor de arte contemporáneo y cultura visual en la Universidad de Essex, que estudia el sector del tatuaje, considera que el mercado quizá sea demasiado conservador para adoptar un modelo de negocio disruptivo.

"Los estudios de tatuajes no han cambiado demasiado desde finales de la década de 1980 en este país", dijo Lodder. "La mayoría de los tatuadores no acepta tarjetas de crédito; sigue siendo todavía un negocio en efectivo. Me sorprendería mucho que alguien lo aprovechara".

Internet ha tenido, no obstante, un efecto importante en el sector del tatuaje, dice. A medida que las tiendas tradicionales dejan cada vez más locales vacíos para vender online, las oportunidades de una presencia física han aumentado para los comercios que simplemente no pueden desarrollar su actividad online, como los tatuadores.

"Es la misma razón por la que tenemos esta afluencia de peluquerías y barberías", dice Lodder. "Es una de esas cosas que no se pueden comprar en Internet. Hay un montón de viejos espacios de tienda que están siendo tomados por artistas del tatuaje, porque ése es el tipo de negocio que todavía necesita locales. No se puede enviar un tatuaje por Internet”.

Inkbay, que actualmente tiene 60 estudios suecos en su plataforma, prevé recibir 500.000 visitantes mensuales a su sitio web de usuarios del Reino Unido para septiembre de 2017, tras un lanzamiento "antes del verano", según Glimskär. La compañía planea una ronda de financiación de la Serie A para finales de este año.

Fuente: Bloomberg

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