Ministerio Público abre investigación a Sedapal. (Foto: Ministerio Público)
Ministerio Público abre investigación a Sedapal. (Foto: Ministerio Público)
Redacción Economía

Unidad de Análisis Económico (Por Franco Balza Tassara y Nicolás Castillo Arévalo). ​La sensación que deja el mal olor del , en la avenida Los Tusílagos, en , es similar a la de una bomba lacrimógena.

El paso de las aguas servidas y la contaminación generada por esta han llevado a los comerciantes a dejar de operar. En algunos casos porque el agua se llevó todo o porque las autoridades les prohibieron abrir.


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Esta Unidad de Análisis censó a los comercios de la avenida Los Tusílagos y de las calles Las Hebeas, Los Hinojos, Los Tomillos, Los Palmitos y Los Ruibarbos. En estas zonas, aproximadamente operan unos 60 negocios, entre restaurantes, salones de belleza y spa, hoteles, bodegas y minimarkets, pastelerías, centros de educación privada, casas de cambios y panaderías.

De ese universo, pudimos contactar a los propietarios de 18 negocios. La pérdida de ingresos estimada por dejar de operar llega a los S/15.000 diarios; es decir, en 11 días de estragos han perdido más de S/165 mil. Los activos perdidos de este grupo, entre mercadería, muebles, maquinaria y equipos, suman más de medio millón de soles (S/518.619).

DESEMPLEO
Pero la pérdida también afecta a las personas cuyos empleos dependían de estos negocios. Por ejemplo, Gumercinda Valenzuela, propietaria del centro odontológico Villanueva Dental, dice que el aniego ha dejado sin empleo a cinco personas de su negocio. No obstante, está preocupada porque tiene que pagarles los aportes a Essalud y a la ONP. Ella asegura haberlo perdido todo. La inundación se llevó incluso su registro de pagos de los clientes.

En Iskay Restobar, unas 14 personas han dejado de laborar, incluido su propietario, Sergio Sandoval. Lo peor es que Sandoval tiene letras que pagar al banco.

Otro malestar en la población y los comerciantes es que no están conformes con la indemnización propuesta por el seguro de responsabilidad civil de Mapfre. La mayoría no está siendo asesorada por un bróker de seguros. Mapfre declinó de participar en este informe.

El perjuicio económico del aniego también se extiende a los comerciantes del frente de las zonas afectadas y alrededores. Si bien la bodega de Jessica Pariño, que está ubicada en el carril contrario de la zona afectada en la avenida Los Tusílagos, opera con normalidad, no está exenta de las pérdidas. Pariño comenta que se ha visto obligada a botar cajas de frutas podridas como granadillas, mandarinas y manzanas y otros perecibles, porque después del desastre muy pocos van a comprar a la zona.

Incluso, en los alrededores está el grifo de Petro-Perú, cuyos ingresos han disminuido a cerca de la mitad, debido a que no están vendiendo gas por orden de Cálidda y porque los accesos están cerrados.

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