Festival de Lima: las dos cintas con las que Colombia destaca
Festival de Lima: las dos cintas con las que Colombia destaca
Redacción EC

RODRIGO BEDOYA FORNO

El cine colombiano ha tenido una presencia destacadísima en el . Las dos cintas en la Competencia Oficial, “Tierra en la lengua” y “Gente de bien”, son muy distintas y al mismo tiempo muy ricas: una muy buena muestra de la salud por la que atraviesa la cinematografía del país cafetero.

Rubén Mendoza, director de “Tierra en la lengua”, presenta, en su tercera película, a un anciano que va a una finca de su propiedad a morir, acompañado por sus nietos, adultos jóvenes. Si bien se puede hablar de un contaste hombre-naturaleza, el cineasta prefiere plantear su cinta en otros términos. “Lo mío tiene que ver con la sensación de aislamiento”, explica el realizador. “Para mí es muy difícil separar cine de vida, y yo prefiero aislarme en el campo, disfrutar de espacios que tienen poca incidencia humana, que casi ya no existen. Es importante encontrar donde uno puede aislarse”, complementa el cineasta.

Mendoza observa, en su cinta, la naturaleza como un ente vivo, que envuelve a los personajes. Pero no cree que sea violento. “Yo amo la naturaleza por su indiferencia con el drama humano. La naturaleza hace digno el mundo; es el hombre el que lo indigna. Yo la filmo con mucho amor, y no siento que haya violencia en mi forma de encuadrarla”, añade.  

“Para mí –continúa el realizador– es fundamental la geografía: la geografía determina que haya o no haya sol todo el año, y eso determina la manera de moverse del ser humano. Yo estaba filmando el paisaje de mis raíces. Yo conozco muchos árboles y el río de esa zona, y probablemente hay una cosa violenta, pero en el sentido nostálgico y de desprendimiento: muchas veces cuando filmo algo se destruye rápidamente, como la casa donde hicimos la película, cuya fachada ha sido destruida”.

VIOLENCIA COTIDIANA
En “Gente de bien”, también plantea contrastes, pero en su caso sociales. El filme cuenta la historia de un padre y su hijo que, apremiados por temas económicos, reciben la ayuda de una familia adinerada. “Colombia es un país de contrastes, como Perú, donde quizá sean más fuertes. Yo veo en Colombia que una persona está marcada de donde viene, lo quiera o no. Porque el país no deja que uno pase de un lado a otro, de los ricos a los pobres y de los pobres a los ricos”, cuenta el realizador. Con un tono cotidiano, Lolli nos va mostrando las tensiones que genera la situación contada. En el guion tenía escenas de violencia física, y no las lograba filmar, porque no me interesaban. Pero la violencia psicológica está todo el tiempo ahí, y es algo con lo que no tengo pudor”, dice el realizador.

Dos buenas cintas colombianas están en el Festival de Lima. Bien vale la pena acercarse y atisbar sobre la lozanía que goza el buen cine colombiano.

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