Gabriel García Márquez murió un 17 de abril de 2014 en su casa en México. (Fotos: AP/ Difusión)
Gabriel García Márquez murió un 17 de abril de 2014 en su casa en México. (Fotos: AP/ Difusión)

Un 7 de marzo de 1927naca en Aracatacael escritor colombiano Gabriel Garca Mrquez, Gabo, nobel de Literatura y maestro del realismo mgico. El autor de Cien aos de soledad habra cumplido este 2017noventa aos y, a propsito de la fecha, recordamos 10 obras literarias que impactaron en el autor y que l coment de la siguiente manera en Vivir para contarla, sus memorias:

1. La metamorfosis de Franz Kafka

() nunca ms volv a dormir con la placidez de antes. El libro era La metamorfosis de Franz Kafka, en la falsa traduccin de Borges publicada por la editorial Losada de Buenos Aires, que defini un camino nuevo para mi vida desde la primera lnea, y que hoy es una de las divisas grandes de la literatura universal: Al despertar Gregorio Samsa una maana, tras un sueo intranquilo, encontrse en su cama convertido en un monstruoso insecto.

2. Moby Dick de Herman Melville

(Gustavo Ibarra) Me descubri a Melville: la proeza literaria de Moby Dick, el grandioso sermn sobre Jonas para los balleneros curtidos en todos los mares del mundo bajo la inmensa bveda construida con costillares de ballenas. Me prest La casa de los siete tejados, de Nathaniel Hawthorne, que me marc de por vida. Intentamos juntos una teora sobre la fatalidad de la nostlgia en la errancia de Ulises Odiseo, en la que nos perdimos sin salida. Medio siglo despus la encontr resuelta en un texto magistral de Miln Kundera.

3. Luz de agosto de William Faulkner

Yo haba comprado en el puerto una buena provisin de cigarrillos de los ms baratos, de tabaco negro y con un papel al que poco le faltaba para ser de estraza, y empec a fumar a mi manera de entonces, encendiendo uno con la colilla del otro, mientras relea Luz de agosto, de William Faulkner, que era entonces el ms fiel de mis demonios tutelares.

4. Ulises, deJames Joyce

Le a pedazos y tropezones el Ulises de James Joyce hasta que la paciencia no me dio para ms. Fue una temeridad prematura. Aos despus, ya de adulto sumiso, me di a la tarea de releerlo en serio, y no solo fue el descubrimiento de un mundo propio que nunca sospech dentro de m, sino adems una ayuda tcnica invaluable para la libertad del lenguaje, el manejo del tiempo y las estructuras de mis libros.

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5. El viejo y el mar de ErnestHemingway

Lo nico que me devolvi el sosiego fueron los amores contrariados de El derecho de nacer, la novela radial de don Flix B. Caignet, cuyo impacto popular revivi mis viejas ilusiones con la literatura de lgrimas. La lectura inesperada de El viejo y el mar, de Hemingway, que lleg de sorpresa en la revista Life en Espaol, acab de restablecerme de mis quebrantos. ()Yo conoca entonces la entrevista histrica que George Plimpton le hizo a Ernest Hemingway en The Pars Review sobre el proceso de convertir un personaje de la vida real en un personaje de novela. Hemingway le contest: Si yo explicara cmo se hace eso, algunas veces sera un manual para los abogados especialistas en casos de difamacin.

6. La seora Dalloway de Virginia Woolf

lvaro Cpeda me mostr sus libros favoritos, en espaol e ingls, y hablaba de cada uno con la voz oxidada, los cabellos alborotados y los ojos ms dementes que nunca. Habl de Azorn y Saroyan dos debilidades suyas y de otros cuyas vidas pblicas y privadas conoca hasta en calzoncillos. Fue la primera vez que o el nombre de Virginia Woolf, que l llamaba la vieja Woolf, como al viejo Faulkner ()Por fin se conform con regalarme la versin en espaol de La seora Dalloway de Virginia Woolf, con el pronstico inapelable de que me la aprendera de memoria.

7. Las mil y una noches

El cuento que ms me gust uno de los ms cortos y el ms sencillo que he ledo sigui parecindome el mejor por el resto de mi vida, aunque ahora no estoy seguro de que fuera all donde lo le, ni nadie ha podido aclarrmelo. El cuento es ste: un pescador prometi a una vecina regalarle el primer pescado que sacara si le prestaba un plomo para su atarraya, y cuando la mujer abri el pescado para frerlo tena dentro un diamante del tamao de una almendra.

8. La montaa mgica deThomas Mann

Los buenos tiempos empezaron con Nostradamus y El hombre de la mscara de hierro, que complacieron a todos. Lo que todava no me explico es el xito atronador de La montaa mgica, de Thomas Mann, que requiri la intervencin del rector para impedir que pasramos la noche en vela esperando un beso de Hans Castorp y Clawdia Chauchat.

9. Edipo Rey de Sofcles

Esto coincida con mi determinacin de aprender a construir una estructura al mismo tiempo verosmil y fantstica, pero sin resquicios. Con modelos perfectos y esquivos, como Edipo rey, de Sfocles, cuyo protagonista investiga el asesinato de su padre y termina por descubrir que l mismo es el asesino; como La pata de mono, de W. W. Jacob, que es el cuento perfecto, donde todo cuanto sucede es casual; como Bola de sebo, de Maupassant, y tantos otros pecadores grandes a quienes Dios tenga en su santo reino.

10. Varios

Eran veintitrs obras distinguidas de autores contemporneos, todas en espaol y escogidas con la intencin evidente de que fueran ledas con el propsito nico de aprender a escribir. Y en traducciones tan recientes como El sonido y la furia, de William Faulkner. Cincuenta aos despus me es imposible recordar la lista completa y los tres amigos eternos que la saban ya no estn aqu para acordarse. Slo haba ledo dos: La seora Dalloway, de la seora Woolf, y Contrapunto, de Aldous Huxley. Los que mejor recuerdo eran los de William Faulkner: El villorrio, El sonido y la furia, Mientras yo agonizo y Las palmeras salvajes. Tambin Manhattan Transfer y tal vez otro, de John Dos Passos; Orlando, de Virginia Woolf; De ratones y de hombres y Las vias de la ira, de John Steinbeck; El retrato de Jenny, de Robert Nathan, y La ruta del tabaco, de Erskine Caldwell. Entre los ttulos que no recuerdo a la distancia de medio siglo haba por lo menos uno de Hemingway, tal vez de cuentos, que era lo que ms les gustaba de l a los tres de Barranquilla; otro de Jorge Luis Borges, sin duda tambin de cuentos, v quizs otro de Felisberto Hernndez, el inslito cuentista uruguayo que mis amigos acababan de descubrir a gritos. Los le todos en los meses siguientes, a unos bien y a otros menos, y gracias a ellos logr salir del limbo creativo en que estaba encallado.

Y t, qu obra de Gabriel Garca Mrquez recomendaras a jvenes lectores?

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