(Ilustración: Andrés Edery / El Comercio)
(Ilustración: Andrés Edery / El Comercio)

1) En 1995 vot por primera vez. Lo hice por Javier Prez de Cullar, candidato de Unin Por el Per. No solo estaba convencido de que era necesario que Fujimori diera por concluido su quinquenio en el gobierno, sino que adems mi padre era parte de la lista congresal de UPP, as que el 9 de abril me aperson al Colegio Adventista de Miraflores y marqu esa sigla en todas las casillas de la cdula. Debut con derrota por partida doble: Fujimori gan con 64% en primera vuelta, y a mi padre no le alcanzaron los votos para entrar al Senado.

2) En las elecciones del 2000, cuando la dictadura fujimorista se hallaba en su hora ms negra, vot por Alejandro Toledo. Tras el flash, el caudillo de Per Posible obtuvo un 48% (frente a un 42% de Fujimori), pero luego los resultados sufrieron un vuelco inesperado y el Chino acab ganando por siete puntos (49% contra 42%). Visto en el tiempo, considerando que ni antes ni despus de aquellos comicios se produjo tal margen de error en los resultados a boca de urna, resulta clarsimo que se perpetr un fraude monumental. El Cholo Toledo lo entendi ese mismo da y pidi a los ciudadanos anular su voto en la segunda vuelta. Fujimori entonces sac una ventaja amplsima (51% versus 17%), pero el voto nulo de protesta alcanz un rcord histrico: 30%.

3) En el 2001 vot por Toledo en las dos vueltas. No haba que pensarlo demasiado. Fujimori ya se haba fugado y la sola presencia de Alan Garca en el balotaje era una insolencia histrica. Fue mi primera victoria como elector. Hoy, sin embargo, me parece mentira haber respaldado tres veces a un hombre que muy rpidamente olvidara las circunstancias excepcionales que propiciaron su arribo al poder, para acabar convertido en esto que hemos visto en los ltimos meses: un adulto mayor desatinado, beodo, apenas trascendente en el bajo fondo de los memes y los gif.

4) Pero como ningn palmars es impecable, en el 2006Dios, si existes, apidate de m vot por Alan Garca en la segunda vuelta. En la eleccin primigenia apoy a Lourdes Flores, pero Lul rodeada entonces de los Woodman y los Catao qued fuera del round final por 0,6%, y dej a sus votantes en la horrible encrucijada de tener que optar por la versin ms incendiaria de Ollanta Humala o por el lder aprista, que vena mendigando una segunda oportunidad para reivindicarse del Aprocalipsis de los 80. Como otros, cre en ese discurso y entr a la cmara secreta con una bolsa de emergencia, puse una equis sobre la estrella y sal corriendo. Al final, gan pero perd. Ese voto es mi mcula. Hoy, ante la mencin de trminos como Baguazo o Narcoindultos, algo arde en mi conciencia.

5) A pesar de que en las redes sociales recibo cariosas acusaciones por haber supuestamente votado por Humala el 2011, no fue as en absoluto. Llegu a la segunda instancia en calidad de pepekausa desengaado y vici mi voto dibujando alrededor de los rostros de los dos candidatos finalistas (Ollanta y Keiko) unas bonitas ilustraciones pornogrficas que, me pareci, sintonizaban con mi pensamiento crtico de ese momento. Igual me sent derrotado.

Maana debo tomar un avin tan temprano que no me dar tiempo de acudir a mi local de sufragio. Lo digo con alivio. Desde el cielo confiar en que el autoritarismo ser puesto a raya. Cuando desocupe el avin, ya habr resultados iniciales. Espero con angustia la orden de aterrizar.

Esta columna deRenato Cisnerosfue publicada en la revista Somos. Ingresa a la pgina de Facebook de la publicacinAQU.

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