Diego Castellano de Babasónicos: "Muy pocas cosas son novedad"
Diego Castellano de Babasónicos: "Muy pocas cosas son novedad"
Juan Diego Rodríguez

Se podría pensar que por ser una de las bandas argentinas más importantes y tener una trayectoria de 26 años, sus conciertos son esporádicos y se toman pausas cada vez que se les antoja. Pero no es así. Los Babasónicos casi nunca se detienen. Entre la gira que los traerá a Lima el 22 de marzo para presentar  su nuevo show llamado “Desde adentro – Impuesto de fe” en la discoteca Vocé, y la producción del nuevo disco, solo descansarán un mes. “Siempre estamos haciendo algo”, dice Diego Castellano, baterista del grupo. “Hacer música es lo que nos gusta y nos mantiene vivos”, agrega con voz baja y pausada. El músico está aprovechando un respiro de dos semanas para visitar a sus padres en Lanús. Es desde allí que contesta el teléfono.

Al inicio de la banda, ¿qué crees que fue lo que más llamó la atención de ustedes?

Fue la combinación de lo musical con nuestra actitud. El primer disco es bastante extraño y delirante. Siendo ‘underground’ mezclamos muchos estilos y nos apropiamos de ellos. Contrastábamos con el concepto general de lo que tenía que ser una banda.

Después de 26 años, ¿no te molesta que la banda se llame Babasónicos? Mariano (el guitarrista de la banda), dice que sí.

¡No! ¡Qué sé yo! Es un nombre tan raro que me entusiasma. Al principio nos preguntaban mucho porque nos llamábamos así y nos atosigaban mucho. La prensa buscaba un significado del nombre y nosotros les respondíamos que no significaba nada, que respondía a nuestra intención de crear música nueva y para ello debíamos tener un nombre novedoso. Pero ahí termina todo.

¿Nunca le diste vueltas al asunto?

No, porque llegó un punto en que hacerlo no tiene sentido. Además, al plantear cambiarlo se genera una discusión sobre cuál elegir y volvemos a cero. Felizmente, ya está aceptado.

► La banda argentina Babasónicos tendrá nuevo disco y un documental

¿La decisión de ensayar en lugares privados responde a su hermetismo?

No, es que no nos gustan las salas de ensayo a las que van todos porque tienes que alquilarlas por horas y no tienes la libertad de un espacio privado. Además, no hay ventanas. Consideramos que no son lugares apropiados para hacer música. Siempre nos gustó elegir un lugar y adecuarlo a nuestras necesidades. Hemos hecho un par de discos en casas de campo, “Pasto”, “Trance zomba” y “Anoche”, lo que fue fundamental para nosotros. Para llegar a esa conexión con la música necesitábamos alejarnos de la ciudad y estar más concentrados.

Y para eso ayuda el consumo de ciertas sustancias...
Uno se acostumbras a todo y muy pocas cosas son novedad [risas]. Ellas forman parte de nuestras vidas y de nuestra forma de vivir. No nos sentimos a gusto con el sistema y como todos saben, ayuda bastante a la creatividad.

¿Ensayan bastante?

Tenemos periodos muy intensos para general nuevo material o poner a punto el show con un cambio en el ‘setlist’ y articular la dinámica entre canciones. Pero si no, no. Esta gira empezó hace un año y venimos tocando sin parar. El último concierto que dimos fue hace once días así que estamos superafilados.

Te cito: "un piano, guitarra ya vienen afinados, las escalas ya estan predeterminadas; en cambio, la bateria es lo menos musical que hay. Te sientas a tocar y todo genera una 'bola de ruido'". Das a entender que es un trabajo excesivo.

Sí, con la batería trabajas todo el cuerpo y cuando no tienes resultados, es frustrante porque estás completamente entregado y no llegas a lo que quieres o los resultados no te convencen y sientes un gran vacío. A la vez, supongo que eso debe suceder con todos los instrumentos. Pero no sé… Sigo investigando, tocando y últimamente me estoy dando cuenta que lo importante es llegar a una síntesis y que esa bola de ruido sea más musical. En definitiva, la batería es ritmo, como un corazón que late, un vehículo sobre el que se monta la armonía.

Gabo (Gabriel Manelli, ex bajista) declaró que ustedes ya sabían que iban a tener diez discos antes de grabar el primero. ¿Fue tanto así?

Sí, sentíamos que teníamos un gran universo por recorrer y descubrir y se fue dando así. Vimos que el mundo musical es infinito y está buenísimo embarcarse en él. Gabo tenía razón de lo que está sucediendo hoy. Nos tenía mucha fe…

Que algunos entendieron como arrogancia...

¡Totalmente! Pero la arrogancia, en un punto, ayudar a armar el mensaje de la banda. SI no te las crees tú, no pasa nada. Es así.

Cuando Gabo falleció, ¿evaluaste dejar el grupo?

Lo que sentí fue la banda no iba a ser la misma. Me trajo bastante desazón pero no, todos sabíamos que él es irreemplazable pero que íbamos a continuar, solo que no de la misma forma. Nunca volvimos a sonar igual. Y yo, como complemento de la base y del bajo, nunca volví a tener la magia que logré con él. Fueron momentos de mucha melancolía. Por suerte, pudimos salir adelante, nos rearmamos y nuestro amor y dependencia de la música, hace que todavía que todavía queramos hacer algo nuevo.

Entiendo que siempre buscan hacer música nueva, pero has dicho que ya nada te llama la atención. ¿Cómo lograrlo?
Lo que siento es que todas las bandas quieren copiar y está bien tener una referencia. Al inicio uno empieza queriendo sonar como otros e imitarlos, pero el camino original es importante. Supongo que también tiene que ver con las limitaciones y el talento. Pero sí se pueden crear cosas nuevas. Por un lado, gran parte de la música sale de adentro de uno y uno tiene que conectar con su interior. Y por el otro, existen canales de información que sí muestran grupos interesantes. 

Beyoncé cancela participación en Coachella por su embarazo — Luces El Comercio (@Luces_ECpe)

Café Tacvba acaba de anunciar que ya no tocarán “La ingrata” porque tiene un mensaje violento contra las mujeres. ¿Tú harías lo mismo?

¿Tengo que responderte? ¡Qué sé yo! [Risas]. El hombre sufre por despecho igual que las mujeres. Es verdad que está en boga el tema del exceso, de los abusos y quizás no es políticamente correcto hacer referencias a eso, pero si la canción fue hecha y sentida, no hay que renegar. Tengo sentimientos encontrados. Uno como ser humano evoluciona y hay cosas que hiciste de muchacho y que ahora te parecen estupideces.

Sería como pedirles que toquen todo el “Pasto”

¡Claro! La otra vez, unos fans puristas nos pidieron tocar esos temas. De vez en cuando hacemos uno que otro pero no todos porque no tenemos esa energía ni pensamos igual. Es un camino recorrido que ya pasó.

MÁS INFORMACIÓN

Lugar: discoteca Vocé. Dirección: Petit Thouars 2161, Lince. Fecha y hora: miércoles 22 de marzo, 10 p.m. Entradas: desde S/136, en Teleticket.

Contenido sugerido

Contenido GEC