PEDRO SUÁREZ VÉRTIZ

Me da mucho gusto encontrarme con ustedes de esta manera. Porque las canciones, las entrevistas y el Facebook siempre te obligan a sintetizar. Debes decirlo todo en un poema o en un versículo. Tienes 30 segundos para gustar. Escribir aquí es distinto. Puedes explayarte. Hoy, la presión sobre los personajes públicos ocasionada por su acercamiento a la gente vía Twitter o Facebook mata a muchos en el camino. No todos tienen la palabra precisa o la capacidad de síntesis y eso hace las cosas más difíciles. También no todos son tan agresivos o inescrupulosos para postear sandeces llamativas.

Las técnicas para hacerse famoso hoy en día están en su punto más denigrante. O buscas ser un líder de opinión, que es lo más honrado pero lo más difícil, o te metes en dimes y diretes de baja estofa para rebotar en todos lados. Las redes sociales, que aparentemente eran una oportunidad más grande de conexión, se han vuelto para quienes intentamos no hacer escándalo en casi un test de cociente intelectual. Un filtro más en la difícil carrera de hacerse conocido.

Antes los artistas eran los divos. Ahora los divos son el público.

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