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Gaza: Hamas exhibe su poder durante los funerales de sus milicianos abatidos por Israel | FOTOS
Redacción EC

Jerusalén/Gaza. La escalada de violencia de anoche en , que dejó a siete milicianos palestinos y un soldado israelí muertos en un intercambio de fuego, fue seguida hoy por una muestra de contención de ambas partes, que desde hace meses negocian con mediación egipcia una tregua a largo plazo.

Los cuerpos de los milicianos, seis de ellos de las Brigadas Ezedin al Qasam, brazo armado del movimiento islamista Hamás, y otro de las Brigadas Salahidin, ala militar de los Comités de Resistencia Popular, fueron cargados por milicianos armados y enmascarados desde el hospital de la localidad sureña de Jan Yunis hasta sus hogares, y trasladados a la mezquita para ser enterrados.

Israel no ha dado una versión detallada del incidente, aunque todo indica que se debió a fallos en una operación militar encubierta dentro de Gaza.

Según el Canal 10 de noticias israelí, una unidad especial se infiltró ayer en un coche civil en la zona oriental de Jan Yunis, y durante el recorrido "una fuerza de seguridad de las Brigadas al Qasam identificó el vehículo, lo paró e interrogó a los pasajeros", ante lo que los soldados "abrieron fuego" contra los milicianos "cuando se vieron expuestos".

La Fuerza Aérea israelí actuó para "apoyar a las fuerzas especiales del Ejército durante la actividad operativa en Gaza", concretó a Efe una portavoz militar, que no dio más detalles ni confirmó si los aviones bombardearon a los milicianos para facilitar la salida del comando de elite.

Las fuerzas israelíes consiguieron salir de la franja tras haberse infiltrado unos tres kilómetros en su interior, bajo fuego de los milicianos, indican fuentes palestinas, aunque un soldado perdió la vida y otro resultó herido y evacuado al hospital, informó el Ejército.

Uno de los milicianos muertos es Nour al Din Muhamad Baraka, de 37 años y comandante de las Brigadas al Qasam en el este de Jan Yunis.

El brazo armado de Hamás aseguró en un comunicado que la misión de la fuerza israelí era secuestrar a Baraka.

Según las brigadas Al Qasa, tras matar al alto mando militar y darse a la fuga, "los aviones de combate israelíes atacaron intensamente a los combatientes y mataron a seis milicianos".

El portavoz castrense israelí, teniente coronel Jonathan Conricus, afirmó sin embargo que "la operación militar de ayer no estaba orientada a matar o secuestrar a terroristas, sino a fortalecer la seguridad israelí".

Tras el intercambio de fuego, milicianos palestinos lanzaron 17 cohetes a Israel haciendo saltar las alarmas antiaéreas reiteradamente en el Consejo Regional de Eshkol y tres de los cuales fueron interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.

Esta vez, tras el disparo de los proyectiles por parte de las milicias palestinas, Israel no respondió con bombardeos de represalia sobre objetivos militares en Gaza, como ha hecho habitualmente en las últimas escaladas militares del último medio año.

Este nuevo repunte de la violencia se produce cuando aumentaban las esperanzas que se llegase a un acuerdo de alto el fuego duradero entre Israel y las milicias palestinas, en el que media El Cairo con apoyo de la ONU desde hace meses.

El incidente de anoche, declara el analista político gazatí Hasan Abdo a Efe, supone "una clara violación por parte de Israel de los entendimientos negociados para restablecer la calma en Gaza", y es "una puñalada en la espalda de Egipto, Catar y a los esfuerzos de Naciones Unidas".

Fuentes de Defensa israelíes señalaron al diario Haaretz que no creen que el incidente ponga fin a los intentos de conseguir una tregua y que no esperan que haya una escalada, aunque se preparan por si hay un deterioro de la situación.

El miembro del buró político de Hamás, Musa Abú Marzuq, tachó lo sucedido como una prueba de que "la ocupación israelí no cumple con ningún acuerdo", y afirmó que "este ataque reveló el comportamiento hipócrita" de Israel ante "la comunidad internacional".

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, -que regresó anoche de urgencia de París- y el titular de Defensa, Avigdor Lieberman, informaron esta tarde al gabinete sobre la situación de seguridad en la principal base del Ejército en Tel Aviv, la Kiriá, junto al jefe del Estado Mayor, Gadi Eisenkot, y el del Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet), Nadav Argaman.

Fuente: EFE

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